Durante la Argentina Oil & Gas Expo 2023, se realizó una mesa redonda en materia de seguridad en la que los expositores se refirieron a las medidas en torno a estas cuestiones con el fin de ser más organizados, más productivos y no dejar de lado la importancia de las metodologías de análisis.

Uno de los desertores fue Andrés Cesario, gerente de Seguridad Vial, de Transportes José Beraldi SA. En su alocución, destacó como el paso del tiempo fue incrementando el foco de las cuestiones en este tipo de situaciones, teniendo en cuenta las variables en materia de la gestión de la seguridad.

“Voy a tratar de introducir dos o tres elementos de tres de estos atributos de la cultura de seguridad que caracterizan a las organizaciones de alta confiabilidad y de las que van a hablar mis colegas posteriormente”, comenzó diciendo.

Seguidamente, comentó: “El primero tiene que ver con una organización informada, siempre digo que las organizaciones ultra-seguras desarrollan una especie de obsesión y una particular sensibilidad con lo que le está pasando a la gente en el terreno y con la voz de los actores de primera línea“, al tiempo que agregó que “siempre hay una constante después de un accidente, no lo digo yo, sino los autores. Y es que nos enteramos que alguien sabía lo que estaba ocurriendo y bien o no lo contó por temor o bien lo contó y esa información no llegó a donde tenía que llegar”.

Los expositores durante la mesa. (FOTO: LA OPINIÓN AUSTRAL)

En otro tramo de su discurso, indicó que “el flujo de información claramente es una cuestión fundamental a la hora de construir una cultura de seguridad”. Cesario sostuvo que dicha temática se corresponde con “el segundo atributo del que vamos a hablar, una organización que aprende”.

A propósito, comentó: “Lo que sabemos hoy es que las organizaciones ultra seguras permanentemente buscan ir más allá de la explicación del error humano como causa de los accidentes. Lo que podemos ver es que el paradigma hasta los años 90, cuando hablábamos de este tema, era claramente atribuir la causa de los accidentes al error humano. Lo pueden ver ahí con ejemplos paradigmáticos del ámbito de la aviación, pero básicamente en el sector de petróleo, química, petroquímica, nuclear, era exactamente lo mismo”.

Retomando sobre la idea del paso del tiempo, el gerente remarcó que todo “comenzó a cambiar a partir de los años 90 porque empezamos a ver el error humano ya no como la enfermedad, de alguna manera, sino como el síntoma”.

“¿Y como el síntoma de qué? De variables de la organización, del contexto de trabajo, de las defensas que los sistemas tienen o no tienen de alguna manera para hacer frente a esos errores humanos que sabemos que van a ocurrir. La evidencia, si uno mira la estadística de IOGP en este sentido, son bastante abrumadoras. Tienen ahí adelante el cuadro de los últimos prácticamente 10 años de accidentes fatales. Fíjense que el 80% de las causas de los accidentes son atribuidos a factores organizacionales“, expresó.

“En seguridad lidiamos con dos tipos de eventos que son bien diferentes: los frecuentes y los que, aunque no son frecuentes, son catastróficos. Eso ocurre cada 5, 10, 20, 50 años. Desde el punto de vista de la teoría, siempre trabajamos con la famosa pirámide de Bert, la cual dice que por cada incidente fatal habíamos tenido 30 accidentes con días perdidos, 60 accidentes sin días perdidos y en definitiva 600 incidentes sin ningún tipo de lesión”, dijo.

No obstante, afirmó que “la moraleja de esta historia era que si de alguna manera le pegábamos a la base de la pirámide, íbamos a lograr que disminuya la probabilidad de lo que está en la cima y lo que empezamos a entender es que claramente ese razonamiento tiene una falla“.

Para Cesario “la falla es que lo que está en la base de la pirámide no necesariamente siempre tiene la probabilidad o la posibilidad de escalar hacia un accidente fatal. Tenemos que tratar, para construir una cultura de seguridad, de tener sobre todo bajo control los riesgos más importantes que no necesariamente son los más frecuentes“.

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