Este lunes por la tarde, minutos después de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejara firme la condena a Cristina Fernández de Kirchner por la causa Vialidad —que incluye inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos—, la ex presidenta se dirigió a la militancia desde la sede del Partido Justicialista Nacional, flanqueada por su cuñada Alicia Kirchner y su hijo, el diputado Máximo Kirchner.

En un discurso de alto voltaje político, CFK cargó contra el máximo tribunal, el gobierno de Javier Milei y lo que denominó como “el poder económico concentrado” en la Argentina. “Al cepo del salario del gobierno de Milei, ahora el partido judicial le agrega el cepo al voto popular”, disparó la ex mandataria ante una multitud que la aclamaba.

Críticas a la Corte y a “los de arriba”

Cristina sostuvo que el fallo no responde a una voluntad judicial independiente sino a intereses económicos: “No se confundan, son tres monigotes que responden a mandos naturales muy por arriba de ellos”, afirmó, en alusión a los jueces de la Corte Suprema. Y agregó: “Esto no lo hace la oposición ni el oficialismo. Es el poder económico concentrado el que decide a quién se le permite competir”.

También recordó el atentado que sufrió el 1 de septiembre de 2022 y cómo, días después, un medio de comunicación tituló en tapa: “La bala que no salió, pero el fallo que sí saldrá”. Para ella, fue un anticipo deliberado del desenlace judicial.

“Una causa con cronograma electoral”

Kirchner denunció una supuesta maniobra político-judicial planificada. “Esta causa tiene un cronograma electoral maravilloso. Sacan el fallo un mes antes de la oficialización de candidaturas. Lo mismo hicieron en 2019”, subrayó.

Según explicó, el objetivo sería impedir que el peronismo se reorganice en un escenario de crisis. “Saben que somos los únicos que podemos construir una alternativa cuando esto se desplome. Porque esta tranquilidad de un dólar pisado y miles de millones de dólares anuncian la crónica de una muerte final. El poder económico necesita que cuando este monigote que tenemos de Presidente (Javier Milei) se caiga pretenden que la oposición no pueda organizarse”, afirmó.

“Esta Argentina que estamos viviendo no deja de sorprendernos. El Partido Judicial le hizo un cepo al voto popular. La Corte Suprema es un triunvirato de impresentables” , enfatizó ante una multitud de militantes.

“Estar presa es un certificado de dignidad política”

En una frase que resonó con fuerza, Cristina afirmó que “entre los Sturzenegger, los ‘Toto’ Caputo, los Macri de los parques eólicos caminando libres, estar presa es un certificado de dignidad política. Creánme que lo siento de esa manera””.

También cuestionó duramente al ex presidente Mauricio Macri, al que tildó de “fracasado que lo sacaron a patadas” y negó que su gobierno haya destruido el país. “¿Los argentinos nos votaban porque destruíamos el país? ¡Vamos! ¿A quién quieren engrupir?”, exclamó con vehemencia.

Más allá de la defensa personal, la vicepresidenta envió un mensaje a la dirigencia peronista. “Un dirigente no debe privilegiar su postura personal o su lugar en una lista. Hay que hacer lo que se debe para que el partido gane las elecciones. Yo pienso como peronista y voy a seguir pensando como peronista”, remarcó.

Una paradoja “cruel y patética”

En uno de los tramos más duros del discurso, Cristina apuntó contra figuras del pasado y del presente: “Es una paradoja entre cruel y patética que quienes se fueron en helicóptero en 2001, endeudaron al país con el FMI en 2018 y dejaron muertos en la Plaza, hoy vuelvan al poder sin haber sido llamados ni como testigos”, denunció.

“A los dirigentes políticos que gobiernan para el pueblo y logran la distribución del ingreso más equitativa, que es lo que nunca nos van a perdonar a los peronistas y que sostenemos que el trabajo debe participar en el capital fifty fifty, porque es lo más justo, lo que da dignidad”, arengó Cristina Kirchner en la puerta de la sede del PJ.

“Te cierren La Salada porque se falta el papelito y al mismo tiempo te dicen que los que fugan los dólares son héroes, tenemos que tener claridad”, agregó.

“Me pueden meter presa pero los medicamentos cada vez están más caros, los padres van a seguir creyendo que sus hijos tienen derecho a comer cuatro comidas por día. Pueden meterme presa, pero tarde o temprano, puede tardar más o menos tiempo, pero el pueblo finalmente es como un río, se puede desviar el cauce pero finalmente el agua se filtra y pasa”, sostuvo.

Luego agregó: “Yo espero que sea el peronismo, ese espacio político que abrí desde muy joven y en el que abrevé en casa, aunque con padre gorila, que Dios lo tenga en la gloria, espero que ese cauce pueda ser conducido por esta fuerza política”.

“La experiencia me enseña que el pueblo no se resigna a no tener derechos. No lo van a resignar. Y si enfrente encuentran dirigentes que sí se resignan, elegirán a otros, no tengan dudas que va a ser así“, dijo más adelante.

“A militar, a organizarse, a profundizar el acercamiento y la empatía con la gente. Es fundamental que vean una dirigencia política y social comprometida con los problemas que tiene la gente y no con los problemas que tienen entre ellos, es lo que necesita la gente”, cerró finalmente.

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