En las más diversas discusiones sobre temas jurídicos es común encontrar diferentes opiniones y objeciones. “Media biblioteca está a favor y la otra media en contra”, se suele decir, para graficar discusiones técnicas y políticas sobre algunos fallos judiciales.
Es muy raro encontrar unanimidad de opiniones. Pero a veces ocurre. Y esto es, justamente, con lo que se enfrenta el gigantesco Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que anunció el presidente Javier Milei.

Los constitucionalistas de las más diversas posiciones políticas lo rechazan.

Desde Andrés Gil Domínguez –“Es un intento de tener la suma del poder público”, aseguró-, hasta Daniel Sabsay, un fuerte crítico del kirchnerismo -fue quien denunció públicamente a Cristina Kirchner de ser una “falsa abogada”-, que lo consideró “una locura, no recuerdo una cosa así, ni en la época de Menem, ni en el gobierno militar”, afirmó.

También el profesor de la Universidad Nacional de Córdoba, Antonio María Hernández -que fue convencional constituyente en 1994-, coincidió en que el decreto es “inconstitucional”. Incluso el reconocido Félix Lonigro lo objetó por tratarse de “un megadecreto”.

Los más diversos tomos de la biblioteca se unen para calificar de inconstitucional del DNU presidencial.

Esto lleva a la siguiente pregunta: ¿Por qué este error técnico?

Una respuesta posible es que, aún conscientes de la debilidad en términos jurídicos y técnicos, políticamente no quedaba otra opción de presentarlo así y lograr un “shock” reformista en la sociedad, para después pelearlo en los tribunales, los medios y el Congreso. “Si se mandaban una por una las leyes al Congreso se tardarían meses de discusión y algunas de las reformas ni siquiera saldrían”, sería el pensamiento que habría ganado espacio en el gobierno.

Las fallas técnicas y el apuro llegaron a tal punto que se cometió un error al no aclarar en el Boletín Oficial la fecha en que comenzaba a tener vigencia y se hizo equivocar al propio Presidente, quien en un reportaje radial aseguró que ya estaba en vigor. Error, el DNU entrará en vigencia recién el 29 de este mes.

El contenido y las debilidades jurídicas del DNU llevaron a cacerolazos y críticas de la oposición legislativa -tanto peronistas como radicales-, y sindical. Da la impresión que será muy difícil y costoso para el gobierno lograr la ratificación legislativa.

¿Fue un error forzado en un comienzo de gobierno difícil? ¿Qué costos pagará el presidente Milei, a pocos días de su asunción? Preguntas de difícil respuesta, pero claves para un gobierno que acaba de nacer.

EN ESTA NOTA Con Firma dnu Javier Milei

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