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Por Marco Bustamante
Hace 28 años, la tragedia golpeó al mundo de la música popular: Gilda, su madre, su hija mayor y otros miembros de su equipo fallecieron en un trágico accidente de tránsito. Hoy, el esqueleto del micro en el que viajaban reposa silencioso en uno de los brazos del río Paranacito, en Entre Ríos, convertido en un lugar de devoción y misterio.
El trágico accidente
El 7 de septiembre de 1996, en el kilómetro 129 de la Ruta Nacional 12, la cantante viajaba junto a su familia y equipo en un micro de giras. En jurisdicción de Ceibas, un camión que intentaba adelantar a otro se cruzó en su camino. Aunque el conductor del micro intentó evitar el choque desviándose hacia la banquina, un desnivel lo hizo perder el control, resultando en un impacto frontal fatal.
El accidente dejó un saldo devastador: Gilda, su madre Tita, su hija Mariel, tres músicos y el chofer del micro perdieron la vida. La noticia conmocionó al país, convirtiendo a Gilda en un ícono que trascendió lo musical, al punto de ser venerada por sus seguidores.
Un santuario envuelto en misterio
Desde aquel día, el lugar del accidente y el micro abandonado se han transformado en un espacio sagrado para los promeseros, quienes atribuyen milagros y señales al espíritu de Gilda. Los visitantes dejan ofrendas, rezan y aseguran percibir su presencia en el aire.
Recientemente, nuestra investigación se adentró en este emblemático santuario. Equipados con tecnología especializada, exploramos el micro y sus alrededores en busca de fenómenos paranormales. ¿Será cierto que Gilda aún se manifiesta para sus seguidores?
Fenómenos inexplicables
Durante nuestra visita, ocurrieron eventos difíciles de explicar: extraños sonidos, cambios repentinos de temperatura y hasta la caída inexplicable de un peluche en el lugar. Estos hechos, sumados a los testimonios de devotos, alimentan la teoría de que el espíritu de Gilda sigue presente, acompañando a quienes buscan consuelo y esperanza en su memoria.
Lo más impactante ocurrió cuando el camarógrafo del programa “Altomisterio” que se emite por “2 Reyes Stream“, sin razón aparente, cayó en un estado de trance. Mientras todos miraban atónitos, pronunció un mensaje categórico: “No me quería morir”.
La experiencia dejó perplejo al equipo. El reconocido investigador Jorge Barrios continuó operando los medidores, intentando captar datos concretos que respaldaran los extraños sucesos. Sin embargo, lo ocurrido parecía ir más allá de lo comprensible, dejando a todos con más preguntas que respuestas.
La historia de Gilda no solo vive en su música, sino también en el misticismo que envuelve su figura. Mientras su legado sigue emocionando a generaciones, su santuario se mantiene como un lugar de fe, misterio y fascinación para todos aquellos que se acercan a rendirle homenaje.
Los equipos de investigación
Medidor EMF (Electromotive Force): Este dispositivo detecta campos electromagnéticos de baja frecuencia y radiofrecuencia. Según los expertos, los fantasmas suelen manifestarse a través de estos campos, similares a los generados por electrodomésticos como televisores o heladeras. Durante la exploración, el medidor captó anomalías significativas, reforzando la teoría de una presencia inexplicable.
Esferas sensibles al movimiento: Originalmente diseñadas como juguetes para gatos, estas esferas se iluminan al detectar movimiento. Durante la investigación, varias de ellas se encendieron de manera inexplicable, sugiriendo actividad en el lugar.
Peluche con sensores de movimiento: Este dispositivo, equipado con tecnología de detección, no solo se encendió inesperadamente, sino que además rodó por el interior del micro sin una causa aparente, sorprendiendo a todo el equipo.
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