El GP de Imola de la Fórmula 2 presenció un momento épico cuando Franco Colapinto aseguró su primera victoria en la categoría con una maniobra memorable en la última vuelta.

A pesar de una salida problemática que lo relegó al tercer lugar, el joven piloto argentino demostró una determinación inquebrantable y un manejo magistral para remontar hasta la cima del podio.

Es increíble, la primera victoria en F2. Una locura, una cosa única“, expresó Colapinto con emoción ante las cámaras de ESPN. “Veníamos de un año que había arrancado complicado y lo empezamos a revertir después de los tests en Barcelona. Sabíamos que el auto estaba, el equipo también me siguió apoyando. Hoy por suerte se dio, luché hasta el final”, dijo el piloto.

Sus palabras reflejan no solo la alegría por su triunfo, sino también la perseverancia y el trabajo duro que lo llevaron hasta este momento. Después de enfrentar dificultades en las clasificaciones anteriores, Colapinto se mantuvo firme en su objetivo y finalmente cosechó los frutos de su dedicación.

Tuve una mala largada, quedé patinando. Después fui de a poco acercándome hasta que tuve la oportunidad y no la desaproveché. Muy feliz. Así se gana, en la última vuelta“, agregó Colapinto.

Además de su destacada actuación en la pista, el triunfo de Franco Colapinto en el GP de Imola llevó consigo un significativo homenaje al legendario Flaco Traverso, quien había fallecido apenas una semana antes.

Más allá de llevar el nombre de Traverso en su monoplaza azul de MP Motorsport, Colapinto rindió tributo al ícono del automovilismo argentino con un emocionante “ataque” sobre el corredor estonio Paul Aron en la última vuelta.

El emocionante momento culminante llegó cuando resonaron las notas del himno argentino en el podio, marcando un instante de orgullo nacional y celebración para Franco y todos los fanáticos del automovilismo en Argentina.

Con la bandera albiceleste ondeando en lo más alto y el himno sonando en Imola, se selló no solo la victoria de Colapinto en la Fórmula 2, sino también un momento imborrable en la historia del deporte motor argentino.

Con esta victoria, Colapinto no solo asegura su lugar en la historia de la Fórmula 2, sino que también demuestra su potencial como uno de los pilotos más prometedores de su generación.

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