El 14 de diciembre de 1821, Bernardino Rivadavia, entonces ministro de Gobierno del gobernador de Buenos Aires Martín Rodríguez, decretó el documento “Edificios y calles de las ciudades y pueblos“. El mismo establecía que todas las esquinas tuvieran lo que se denomina “ochava“.

La “ochava” también es conocida como “chaflán” en España, y consiste en un corte oblicuo en los edificios que se encuentran en las esquinas de cada cuadra. ¿El motivo? Facilitar la circulación y la visibilidad a los transeúntes.

La medida buscaba que la gente no se chocara en las esquinas pero, principalmente, buscaba evitar atracos sorpresivos a transeúntes, que abundaban en aquella época.

Así se ven las construcciones con ochavas.

Hoy, 200 años después, el escritor y periodista Agustín Avenali publicó un informe extensivo sobre este tipo de construcción, y de cómo en la actualidad no se respetan en muchas esquinas de la Ciudad de Buenos Aires.

“Recordemos que en aquel momento la ciudad de Buenos Aires era capital de la provincia homónima, así que no había diferencia entre distritos. La normativa se extendió al resto de las ciudades y luego a las demás provincias”, explica en su investigación urbanística.

A esto agrega que, sin embargo, “aún pueden encontrarse varias esquinas sin ochava. Algunas son construcciones previas al decreto rivadaviano, que sobrevivieron al avance de la modernidad y hoy resisten estoicas. En otros casos, son producto de demoliciones, de aperturas de calles, de ensanches y otras intervenciones que hicieron que un inmueble que antes no formaba parte de una esquina, ahora lo sea, y por eso quedó sin ochava”, detalla el periodista.

En un extenso hilo de Twitter, recorre todos estos puntos, algunos muy pintorescos de la capital, que carecen de la “ochava”. En total, recabó más de 50 ejemplos, y asegura que aún hay más.

“Sentite libre de sugerir otros ejemplos porque las esquinas sin ochava siguen ahí, esperando ser descubiertas, resistiendo impasibles al paso del tiempo”, cierra su hilo en la red social.

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