Andrés Harfuch, vicepresidente de la Asociación Argentina de Juicio por Jurados, brindó un emotivo homenaje al jurista Julio Maier, fallecido este 14 de julio a sus 80 años de edad.

Ante la noticia, relató por LU12 AM680 Río Gallegos que está “con el corazón estrujado porque se ha ido un maestro irrepetible”.

“Es muy difícil que maestros como él vuelvan a aparecer, o aparecen cada 40 o 50 años, para que se den una idea de lo que ha significado Julio Maier para todo América Latina y para todo el derecho mundial”, contó. Sobre esto último, remarcó que Maier “nació en Argentina, pero si el hubiera nacido en Alemania o Estados Unidos le habrían dado un Nóbel para las Ciencias Jurídicas“.

Acerca de la trayectoria del difunto, dijo que fue “un jurista extraordinario, que ha sido en su obra el que escribió un tratado monumental en el año 1988 y que después lo reeditó en el año 2006, donde analizó cada garantía constitucional, una por una, desarrolló todos sus contenidos, le dio un contenido teórico y práctico y a partir de hoy así se enseña el derecho penal y procesal penal no solamente en Argentina sino en todo el mundo“.

Si hubiera nacido en Alemania o Estados Unidos le habrían dado un Nóbel para las Ciencias Jurídicas

Fue un defensor a raja tabla del sistema acusatorio y del juicio por jurado popular“, contó Harfuch y destacó que “hace 30 años hablar de eso era que se te rieran en la cara, en ese sentido Julio Maier era irreductible en su determinación para seguir luchando por ese ideal”.

 

  1. El juez Andrés Harfuch sobre la muerte de su maestro Julio Maier


“Así y todo -siguió Harfuch- hasta el último momento siguió escribiendo y dio todo lo que sabía, pocas personas pueden darse el privilegio en vida de hacerlo y no dejar obras inconclusas, ha sido una inspiración para generaciones enteras”, expresó.

Julio decía “yo tengo un interruptor adentro, porque el corazón se me apaga, después se prende y sigue funcionando”

“Era un apasionado del folklore, si le decían de dar una conferencia a Nueva York decía no, pero si era Santiago del Estero, iba”, relató y comentó que Maier todos los febreros se iba a Jujuy a pasar el Carnaval en la Quebrada de Humahuaca.

Un maestro como pocas veces se pueden ver

Era un hombre de pueblo, por más que supiera a la perfección el alemán, era aun hombre absolutamente común”, mencionó y recordó una inolvidable anécdota: “Lo vi ir a la cancha de River con el gorro y la bandera y la espalda, se iba a la popular, una cosa increíble, después se iba a la facultad a dar clases“.

Era un hombre de pueblo, por más que supiera a la perfección el alemán, era aun hombre absolutamente común”, mencionó y recordó una inolvidable anécdota: “Lo vi ir a la cancha de River con el gorro y la bandera y la espalda, se iba a la popular, una cosa increíble, después se iba a la facultad a dar clases“.

Para concluir el sentido homenaje al difunto jurista, Harfuch rememoró con nostalgia: “No tienen idea de lo que era ir a esas clases, ver a los alumnos boquiabiertos escuchando las palabras de un maestro como pocas veces se pueden ver”.

Sobre sus peleas en el ámbito de la Justicia, Maier “luchó toda su vida contra un gran enemigo que nosotros todavía estamos luchando, que es terminar con lo que llamamos la inquisición, el juez de instrucción, que es un modelo medieval de justicia, y Maier dedicó su vida entera para decir ‘no puede ser que un juez investigue, tiene que ser imparcial’”.

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