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Este jueves, inició el segundo día de la AOG Patagonia 2024, organizada por el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), evento que reúne a más de 26 operadoras, 200 pymes y se esperan más de 1.800 reuniones de negocios. La expectativa es que este evento se convierta en un punto de inflexión para definir el futuro de las inversiones en el sector hidrocarburífero argentino.

El Grupo La Opinión Austral está presente en la AOG Patagonia 2024, brindando una cobertura completa del evento a través de sus diferentes plataformas.

Ivo Luciano Nacucchio, investigador de la Universidad Torcuato Di Tella, presentó un modelo de programación matemática que busca maximizar el aprovechamiento de los recursos energéticos y mejorar la toma de decisiones en escenarios regulatorios variables.

FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

En el marco del panel titulado “Balance de Gas y Exportación” en las Jornadas Revolución Digital para el Gas y Petróleo en la AOG Patagonia 2024, el especialista Ivo Luciano Nacucchio, investigador de la Universidad Torcuato Di Tella, expuso un enfoque innovador para abordar los complejos problemas que enfrenta el sector gasífero en Argentina. Durante su presentación, destacó la necesidad de una planificación estratégica que considere el potencial excedente de gas, los limitados mercados de exportación y las restricciones de infraestructura, utilizando herramientas de programación matemática y simulación para optimizar la toma de decisiones.

La abundancia de gas y la ventana de oportunidad para exportar

Uno de los principales puntos de partida de la exposición de Nacucchio fue el análisis de la abundancia de gas en el subsuelo argentino, especialmente en la cuenca neuquina. Según Nacucchio, las reservas probadas de gas en el país superan ampliamente las necesidades internas para los próximos 30 a 40 años, lo que abre la posibilidad de monetizar estos recursos a través de la exportación. Sin embargo, subrayó que la ventana de tiempo para concretar estas oportunidades no es infinita.

La transición energética global, impulsada por la creciente demanda de fuentes renovables y la descarbonización, impone una limitación temporal sobre la posibilidad de exportar gas argentino“, explicó Nacucchio. En este contexto, el país enfrenta una encrucijada: debe acelerar la monetización de sus recursos o arriesgarse a perder mercados clave ante la creciente competencia internacional y los cambios regulatorios externos.

El desafío de los contratos de exportación a largo plazo

Otro aspecto crucial abordado en la presentación fue la naturaleza de los contratos de exportación. Nacucchio enfatizó que las oportunidades para ventas “spot” (ventas a corto plazo) son limitadas. En cambio, los mercados a los que Argentina podría acceder demandan contratos de suministro a largo plazo, que requieren estabilidad y confiabilidad en la oferta de gas.

FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

Los mercados internacionales para el gas no están interesados en nuestras estacionalidades“, afirmó Nacucchio, haciendo referencia a la complejidad de cumplir con contratos de exportación 365 días al año mientras se asegura el abastecimiento interno. Esto implica que cualquier modelo de exportación debe prever el balance de gas en todas las estaciones del año, considerando las fluctuaciones de la demanda y las capacidades del sistema de transporte.

Restricciones de infraestructura y transporte

El sistema de transporte de gas es otro de los factores limitantes que el modelo de Nacucchio busca optimizar. Si bien Argentina cuenta con una extensa red de gasoductos, su capacidad actual es insuficiente para evacuar el volumen de gas necesario para una expansión significativa de las exportaciones. Las obras de ampliación de infraestructura, como la del gasoducto troncal que conecta Neuquén con el resto del país, son cruciales para lograr una mayor capacidad de evacuación hacia mercados internacionales.

FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

Nacucchio mencionó que el modelo desarrollado por su equipo permite simular diferentes escenarios de expansión de la red de transporte y analizar sus impactos en la balanza comercial. “Nuestro modelo nos muestra cómo la construcción de nuevas infraestructuras, por ejemplo, un aumento de 100 millones de metros cúbicos por día en la capacidad de transporte, puede transformar nuestra capacidad exportadora y, por ende, nuestra balanza comercial de gas”, explicó.

La complejidad regulatoria en mercados internacionales

El entorno regulatorio es otro de los grandes desafíos que enfrenta el sector. Nacucchio subrayó que las decisiones sobre exportación de gas no solo dependen de las regulaciones internas, sino también de los marcos regulatorios de los países receptores. Esto añade una capa de complejidad al modelo de programación, ya que cada país al que Argentina desee exportar gas posee sus propias normas y restricciones, lo que requiere una planificación detallada.

El investigador destacó el caso de Chile, uno de los mercados potenciales más importantes para el gas argentino. Actualmente, Chile no representa un único nodo en términos de demanda, sino que está compuesto por varios centros con necesidades y características diferentes. “Queremos integrar todos estos nodos en nuestro modelo para tener una visión más precisa de las oportunidades y limitaciones de exportación hacia Chile y otros países”, comentó Nacucchio.

Un modelo basado en programación matemática y simulación

La solución propuesta por Nacucchio y su equipo liderado por Juan José Miranda Bront, se basa en un modelo de programación matemática que integra todos los factores mencionados: capacidad de producción, red de transporte, demanda interna y externa, y marco regulatorio. El objetivo del modelo es optimizar la toma de decisiones sobre cuánto gas producir, exportar y destinar al consumo interno, minimizando el riesgo de incumplimientos contractuales.

FOTO: LEANDRO FRANCO/LA OPINIÓN AUSTRAL

Este enfoque permite la creación de diferentes escenarios regulatorios y de mercado, que pueden ser ajustados según las necesidades y expectativas de cada momento. El modelo también es capaz de incorporar variables estocásticas, como la fluctuación en los precios internacionales del gas o los niveles de producción de los yacimientos, lo que le otorga una flexibilidad necesaria para enfrentar los cambios en el mercado global.

Simulaciones y escenarios futuros

A través de métodos de simulación como Montecarlo, el modelo permite explorar distintos escenarios de producción y exportación. Por ejemplo, Nacucchio detalló un caso en el que se simula una planta de licuefacción de gas (LNG) con diferentes tamaños según las capacidades de transporte y producción de Neuquén. “Si Neuquén produce 120 millones de metros cúbicos diarios, podemos pensar en una planta de 20 millones; pero si la producción alcanza los 200 millones, podemos expandir la planta hasta 100 millones de metros cúbicos”, ejemplificó.

Además, el modelo permite analizar el impacto de las decisiones en la balanza comercial de gas, comparando escenarios de minimización de importaciones con otros de maximización de exportaciones. Esta capacidad de simulación ofrece a los tomadores de decisiones una herramienta valiosa para evaluar el impacto de las inversiones en infraestructura y ajustar sus estrategias en función de los resultados esperados.

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