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El Presidente Javier Milei habló esta noche, desde las 21 horas, por cadena nacional. Mediante un mensaje grabado por la tarde en la Casa Rosada, retomó la iniciativa política tras una semana de duros reveses en el Congreso y en medio de la tensión cambiaria.

El mandatario explicó las razones que lo llevaron a vetar las leyes de aumento a jubilados, la moratoria previsional y la emergencia en discapacidad, medidas que, de acuerdo al Gobierno, implicaban un gasto del 2,88% del PBI.

Proyecto de ley para penalizar presupuestos que “incurran” en déficit fiscal

El primer mandatario anunció que “frente a los continuos intentos del Congreso de la Nación de atentar contra el programa económico del Gobierno y de la prosperidad de los argentinos”, se tomarán dos medidas para “amurallar” el déficit cero y la política monetaria.

“En primer lugar, el día lunes firmaré una instrucción en el Ministerio de Economía de la Nación para prohibir que el Tesoro financie el gasto primario con emisión monetaria. El Tesoro nacional, mediante este acto, no podrá solicitar dinero prestado al Banco Central para financiar su gasto. Es una medida que, si bien en la práctica ya implementábamos, hoy lo estamos formalizando”, puntualizó.

Como segundo punto, confirmó que en los próximos días enviará un proyecto de ley al Congreso para penalizar la aprobación de presupuestos nacionales que “incurran” en déficit fiscal. “Este proyecto establece una regla fiscal estricta que le exige al sector público nacional obtener un resultado financiero con equilibrio o superávit”, alegó.

A propósito, dijo que “todo nuevo gasto o recorte de ingreso que afecte este resultado deberá implicar un recorte de la misma proporción. Cada peso nuevo que quieran gastar tiene que tener un nombre y un apellido, tienen que decir de dónde sale y a quién se lo sacan. También establecerá una sanción penal a los legisladores y funcionarios que no cumplan con estas nuevas reglas fiscales“.

Agregó que “aprobar todos estos proyectos del Congreso implica ni más ni menos que volver el tiempo atrás, volver a la Argentina del pasado, del empobrecimiento y de la decadencia. Es decir, tirar a la basura todo el sacrificio de este año y medio que hemos hecho los argentinos, hipotecando el futuro, un negocio solo para los políticos”.

Milei realizó un discurso de poco más de veinte minutos en cadena nacional.

“El Congreso impulsó un conjunto de leyes para destruir el superávit fiscal”

En el comienzo de su alocución, sostuvo que “esta gestión asumió la Presidencia de la Nación con un mandato económico claro: terminar con la inflación y generar las condiciones para que la Argentina crezca de forma sostenida en el tiempo“.

Señaló que “cuando anunciamos la salida del cepo cambiario, nosotros vinimos a arreglar la economía de raíz, sin atajos ni gradualismos, la única manera de lograr este objetivo es a través del orden fiscal, el orden monetario y el orden cambiario”.

Milei admitió que “antes de generarle falsas ilusiones a los argentinos, nosotros optamos por ser francos en decirles cuán duro sería el camino y ser firmes a la hora de recorrerlo, entendiendo que nada valioso en la vida ocurre de la noche a la mañana”, al tiempo que declaró: “Quiero pedirles que no se dejen engañar por los que ya llevaron al país al pozo del que estamos intentando salir”.

En ese tenor, dijo que “en el último mes hemos presenciado un nuevo espectáculo lamentable en la política argentina, el Congreso de la Nación impulsó un conjunto de leyes dirigidas a destruir el superávit fiscal que tanto esfuerzo nos ha costado a todos los argentinos y que es la piedra angular para que la recuperación económica sea sostenible en el tiempo y se transforme en crecimiento genuino”.

Para el líder de La Libertad Avanza, “usando causas nobles como excusas, promulgan leyes que irremediablemente llevan a la quiebra nacional. Los proyectos aprobados por el Congreso, si los sumamos todos, que incluyen reinstalar la moratoria previsional, aumentar el salario docente y las prestaciones por discapacidad, entre otros, representan un gasto anualizado de prácticamente 2,5 por ciento del PBI”.

Según el Presidente, “esto implicaría un endeudamiento adicional de más de 300 mil millones de dólares o un incremento de la deuda del Estado nacional del 70 por ciento”. Aseveró que “parece una pretensión noble, pero no se trata más que de un engaño demagógico de parte de la política que toma a los ciudadanos como idiotas“.

Y amplió: “Esto se trata de una clase política que hace dos años perdió el poder y va a hacer cualquier cosa con tal de recuperarlo, sin importar que ello implique destruir la estabilidad que tanto nos ha costado conseguir (…) Pero mi tarea como presidente no es hacer lo que me conviene a mí en términos de poder, sino asegurar el bienestar presente y futuro de los 47 millones de argentinos”.

Hizo hincapié en que “mi tarea no es parecer bueno, es hacer el bien, incluso si el costo es que digan que soy cruel… rifar nuestro futuro una vez más, es lisa y llanamente hacer el mal. Pero primero es importante explicar por qué aumentar el gasto público es un acto destructivo”.

El jefe de Estado advirtió que cuando un Estado “gasta más de lo que recauda y no puede endeudarse o subir impuestos, recurre a la emisión monetaria para financiar sus gastos. Esto no es otra cosa que agregar dinero inventado a la masa de dinero existente en la economía, lo cual produce inflación (…) lo cual lleva a la pérdida del poder adquisitivo del dinero. Esto es una suba del nivel de precios”.

“Para el año que viene la inflación desaparecerá por completo”

A continuación, insistió: “Si la inflación no estuviera directamente ligada a la cantidad de dinero de una economía, podríamos felizmente imprimir billetes para todos y abolir la pobreza por ley. La dura realidad es que emitir dinero no crea riqueza, sino que la destruye porque le quita valor al dinero que ya estaba en circulación”.

En tal aspecto, aseguró que “nosotros fijamos la cantidad de dinero hace un año, lo que hará que para el año que viene la inflación desaparezca por completo (…) Por eso, cuando se terminen de limpiar los rezagos de la emisión monetaria pasada, las fluctuaciones del dólar, de las papas o de las zanahorias no tienen por qué impactar sobre el nivel general de precios, y por ende en la tasa de inflación”.

Recalcó que “la única relación causal que existe es desde la cantidad de dinero hacia el nivel de precios, no existe relación causal entre el tipo de cambio y el nivel de precios. La cantidad de dinero es la que va a determinar los precios y si la dejamos constante, una vez que se limpien los rezagos de la política monetaria heredados del desastre de la gestión anterior, la inflación solo será un mal recuerdo del pasado”.

En otro tramo de su discurso reiteró que “hoy el Congreso de la Nación está impulsando gastos sin impulsar su fuente de financiamiento y sin preocuparse porque esa fuente implique o no imprimir dinero. Al hacerlo no está proponiendo otra cosa que más impuestos que destruyen el crecimiento económico o más deuda causando un genocidio contra los jóvenes, nuestros hijos, nietos, las generaciones futuras”.

Criticó que “es paradójico que la figura del parlamento fue concebida originalmente con el propósito de proteger el patrimonio de sus representados de las garras del Poder Ejecutivo…y aquí es el propio parlamento el que pretende aumentar el gasto, lo cual implica mayores impuestos, por ende atenta contra los ingresos de sus representados. El verdadero mundo al revés“.

Para cerrar, sentenció: “Quiero ser muy claro con algo: no hay ninguna posibilidad de que yo permita que esto suceda, no vamos a volver atrás, no vamos a volver al pasado, no vamos a volver al sendero de la decadencia, y al Congreso le digo, si ustedes quieren volver atrás, me van a tener que sacar con los pies para adelante“.

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