El líder mapuche Facundo Jones Huala transita el décimo día de huelga de hambre en la cárcel federal de Esquel, medida que endureció pasando de líquida a seca en reclamo de autorización para realizar la ceremonia del año nuevo indígena, el 25 de junio, lo que le prohíben desde hace dos años.

Jones Huala espera la definición de la Corte Suprema de la Nación sobre su extradición a Chile, dispuesta por el juez federal subrogante de Bariloche Gustavo Villanueva, y enfrenta dos procesamientos por incitar a la violencia pública e intimidación pública.

Su abogada, Sonia Ivanoff, expresó su alarma por la salud del lonko de la comunidad Resistencia Cushamen, en el noroeste de Chubut, a partir de su negativa a ingerir todo tipo de alimentos y líquidos, y reclamó a la Justicia un cambio de actitud con el detenido.

La abogada señaló que el penal está “obstruyendo, obstaculizando, la posibilidad de hacer esta ceremonia, sin reconocer los derechos indígenas ni las particularidades culturales de este pueblo”.

Ivanoff señaló que los procesamientos ponen “el énfasis en criminalizar la protesta y defensa de los derechos mapuches”, buscando “judicializar derechos culturales negados, vulnerando el principio de igualdad y de no discriminación”.

Por otra parte, también está pendiente en los tribunales de Chubut la definición de elevar a juicio una denuncia del Grupo Benetton en su contra por usurpación y abigeato.

Leé más notas de La Opinión Austral