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Horacio Marín es el flamante presidente de YPF en la era Milei de la petrolera nacional. Previo a su asunción, el ejecutivo que viene de Tecpetrol, con vasta trayectoria en el convencional del Golfo San Jorge y el no convencional de Vaca Muerta, tendió puentes con los principales actores con los que deberá trabajar: los gremios y gobernadores de la Patagonia.
Antes de que su nombre sonara par YPF, Marín ya dejaba en claro cuál era su pensamiento en cuanto a productividad y desarrollo de la industria petrolera en el Seminario Anual del Instituto Mosconi. Allí utilizó un peculiar paralelismo del tenis y el petróleo para explicar su visión de cómo mejorar la productividad petrolera.
“El tenis es igual que el petróleo. Tenés las convencionales marginales, las convencionales core y las no convencionales, que son los challenger. ¿Cuántos torneos challenger juega Djokovic, que es el número uno de la historia? Ninguno. ¿Por qué? Porque se da cuenta que es un esfuerzo que no vale la pena y porque seguramente en un momento vas a perder. ¿Dónde es eficiente? En los Masters 1.000 y en los Grand Slams. Entonces, hay que concentrar con los recursos financieros y con los recursos humanos, donde uno está. Lo mismo va a pasar en nuestra industria acá en Argentina. Si pasa eso, va a ser mucho más eficiente, va a haber mucho más trabajo y los gremios van a estar mucho más contentos”.
Esta idea es la que luego clarificó en las reuniones con los gremios y futuros gobernadores, como eje de su gestión al frente de YPF: desprenderse de áreas maduras de poca producción a favor de pymes petroleras locales que puedan hacerse cargo.
La mirada es que para una empresa “grande” como YPF el costo de sostener esas áreas que están en declino es muy alto. “No da la ecuación“. Sin embargo, para una pyme es atractiva. Y eso permite no sólo sostener el nivel de empleo, sino incluso mejorarlo.
“Si se es más eficiente, habrá más trabajo y los gremios estarán contentos”.
De concretarse, sería un cambio rotundo en una política que ha sido histórica en YPF, su reticencia a desprenderse del control de este tipo de áreas, bajo el pensamiento que era un “achique”. Una idea que, como continuó diciendo en su paralelismo con el tenis Horacio Marín, “fuerza a YPF a jugar los challenger”, torneos que, dado el tamaño de la petrolera, no vale la pena disputar. Al contrario, “empresas más chicas pueden hacerse cargo de los pozos poco productivos con mucha más eficiencia“. Y el titular actual de YPF puso como ejemplo lo que se hizo en Estados Unidos y que él quiere replicar en la compañía nacional.
En la charla con los gobernadores Ignacio Torres (Chubut) y Claudio Vidal (Santa Cruz), les hizo saber esta postura. Al término del encuentro, el santacruceño, quien además dirigió el principal gremio petrolero de la provincia hasta su asunción, calificó de positiva esa charla.
Pero marcó: “Sin inversión, la producción de hidrocarburos se muere en Santa Cruz. Como gobernador, no voy a permitir que eso ocurra”. Y si bien coincidió con Marín sobre que YPF se desprenda de activos “no estratégicos”, advirtió que “la provincia los va a recuperar para los santacruceños. Que las empresas locales más pequeñas se hagan cargo de esos pozos y eviten el declino, protegiendo fuentes de trabajo y reservas“.
Productividad
“La clave es la productividad”, no sólo en términos de yacimientos, sino medida por empleados. Reconoció que lo que sucede en el país del norte sirve para acelerar la curva de aprendizaje, “porque si nosotros hacemos 300 pozos por año y ellos 10.000, nos están sacando ventaja cada año. Hay que lograr productividad desde las empresas y la cadena de valor”, afirmó.
“No se trata de reducir personal, sino de aumentar la producción y exportar”.
En las estadísticas de la Agencia Internacional de Energía, YPF muestra una eficiencia de barriles por empleado que es la mitad de la que logra la estatal brasileña Petrobras. Para mejorar esa productividad, Marín fue claro: “La forma deseable es no reducir personal, sino aumentar la producción y exportar“.
Como antecedente, sirve ver qué hizo Horacio Marín en Tecpetrol. Allí logró números muy relevantes en materia de productividad. “La primera vez que fuimos a Vaca Muerta a fracturar el primer pozo, estaba toda la arena junta apilada. Volvimos y dijimos esto se terminó, vamos a trabajar en serio. Contratamos a 26 ingenieros y geólogos a medir tiempos. Y se los medimos a 3 compañías distintas. Lo licitamos y ganamos una compañía. Así, en dos semanas aumentamos la productividad un 66%“, contó.
En esa misma línea, destacó que “cada vez que hacemos procesos, la productividad mejora un 40%”. “Cuando nosotros empezamos, el ciclo de un pad con 4 pozos era de 245 días desde que entra el rig hasta que entra en producción. Hoy estamos en 145 días“, ejemplificó para redondear su idea de eficiencia que quiere alcanzar en YPF.
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