La fuerte amenaza a Di María por la que no volverá a jugar en Rosario Central: “Era una caja con una cabeza de chancho y una bala en la frente”

Ángel Di María ratificó que no regresa a Rosario Central, el club de sus amores, por la intimidación en su casa de Funes y por otra mucho más grave que sucedió en el negocio de su hermana, donde le dejaron “una cabeza de chancho y una bala en la frente” y una mención a su hija Pía. A pesar de todo, dejó la puerta abierta a su retiro en el Canalla y no descartó un partido despedida en la Selección Argentina.

El futbolista se extendió acerca de su decisión de no volver a jugar en Central, por lo menos ahora, en una entrevista con Rosario 3 en donde dio detalles macabros sobre las amenazas que recibieron él y su familia por parte de las bandas narcotraficantes de Rosario.

“Fueron demasiadas cosas” las que lo llevaron a tomar la decisión de no regresar a Rosario Central: “No son papelitos solamente, hubo tiros y cosas graves”, dijo en la entrevista con el medio rosarino a cargo del periodista Juan Pedro Aleart.

¿Por qué Di María no regresa a jugar a Rosario Central?

La novedad fue la intimidación en la inmobiliaria de la hermana del delantero digno de la saga de El Padrino. Tanto temor generó en la familia que, por miedo a alguna represalia, en su momento no la denunciaron, con lo cual tampoco hubo actuaciones policiales ni judiciales.

Dejaron “una cabeza de chancho que tenía una bala en la frente, y una nota que decía que si yo volvía a Central la próxima cabeza iba a ser la de mi hija Pía”, reveló Ángel Di María. El escrito, agregó, también nombraba al gobernador Maximiliano Pullaro y a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich: “Querían que se fueran”.

Luego de su despedida de la Selección Argentina con la segunda Copa América en la mano, en Santa Fe impactó la decisión de Ángel Di María de no volver a Central, cuando todo los hinchas de Rosario estaba ilusionados con esa posibilidad.

Este martes, el jugador confirmó que “tenía todo listo para volver, pero las amenazas sobrepasaron todos los límites”.

Di María contó que Jorgelina Cardoso, su pareja, había preparado todo para volver a vivir a Rosario con sus hijas. “Ellas eran las primeras que querían venir. Mi mujer estuvo todo el año metida a full para terminar y amueblar la casa, para hacer todo lo que es la mudanza, había anotado las nenas en la escuela, se encargó de todo para que yo no hiciera nada, y las nenas contaban los días para venir a vivir con sus abuelos. Nosotros cuatro fuimos los que más sufrimos, porque antes que sea el sueño de cualquier hincha era el mío, mi sueño, el de mi familia”.

Sin embargo el 25 de marzo pasado Angelito tomó una decisión determinante tras la primera amenaza. “La decisión la tomé yo después de que pasó la primera amenaza. Estaba en Estados Unidos con la Selección y ahí dije que era imposible volver”.

“Me acuerdo que días después me escribe Gonzalo Belloso y me pregunta cómo estaba, cómo estaba mi familia. Y le dije “para la mierda”. Yo no voy a volver a Rosario de esta manera. Tocaron a mi familia y eso sí que no lo voy a permitir. A cualquier precio no. Pasó el tiempo y volví hablar con Gonzalo, que fue en mayo, y le dije que no volvía, que no iba a poder estar tranquilo sabiendo que en cualquier momento podía pasar algo, que para muchos Central está primero, pero para mí no, para mí primero está mi familia, le pese a quien le pese”, expresó.

Las amenazas a Ángel Di María y su familia en Rosario

“Hubo una amenaza en el barrio de mis papás. Que salió en todos lados, y simultáneamente hubo otra amenaza en la inmobiliaria de mi hermana que no salió a la luz porque mi hermana y mi cuñado se asustaron y no denunciaron”, reveló este martes el jugador de la Selección Argentina.

“Era una caja con una cabeza de chancho y una bala en la frente, y una nota que decía que si yo volvía a Central la próxima cabeza era la de mi hija Pia. También nombraban a Bullrich y Pullaro, que querían que se vayan. Después se sumó la amenaza de la estación de servicio donde tiraron los tiros, que no fue hace mucho tiempo. Ahí podría haber muerto cualquier empleado o persona que estuviera ahí en ese momento, una locura. Creo que fueron demasiadas cosas para tomar esta decisión, no son papelitos solamente, hubo tiros y cosas graves”, contó Di María.