Argentina está a punto de dar un paso histórico por el tratamiento de una ley que podría generar un precedente en Latinoamérica: la aprobación y creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal.

La Cámara de Diputados tratará el proyecto que el Poder Ejecutivo envió al Senado y que ya tiene media sanción. Salvo que ocurra una disputa política inesperada en los últimos días, el debate sería el martes 30, el día siguiente, el 1º de diciembre o en las sesiones de la semana siguiente.

Las fuerzas políticas lo definirán en estos días, ya que el consenso para que se trate en la Cámara baja y se apruebe antes de que pierda validez el dictamen que firmaron las comisiones de Agricultura y Presupuesto, está.

De los 34 presentes en la reunión de comisión de Agricultura y Ganadería, 25 votaron a favor de avanzar con el proyecto del “Marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal”, tal como llegó del Senado en julio pasado. El proyecto tuvo el apoyo unánime de los 17 legisladores del Frente de Todos y de 6 del bloque Juntos.

La ley prevé la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Canamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), que tendrá autarquía técnica, funcional, financiera y jurisdicción en todo el territorio nacional. Sera el organismo competente para reglamentar, controlar y emitir las autorizaciones administrativas con respecto al uso de semillas de la planta, del cannabis y de sus productos derivados.

“La presente ley tiene como objeto establecer el marco regulatorio de la cadena de producción y comercialización nacional y/o con fines de exportación de la planta de cannabis, sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, incluyendo la investigación científica, y al uso industrial; promoviendo así el desarrollo nacional de la cadena productiva sectorial regulada”, dice el proyecto desarrollado bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, desde 2019 y elaborado durante todo 2020 dentro del Consejo para el Cambio Estructural. Incluyó el aporte de científicos del Conicet, organizaciones cannábicas, empresarios interesados en invertir en el sector y legisladoras de ambas cámaras.

El gobierno de Alberto Fernández aspira a que el país sea un líder regional en el negocio del cannabis industrial. Kulfas repite que las capacidades agropecuarias y científico-tecnológicas de una nación con tradición en la industria agrícola y prestigio en sus investigadores del Conicet o el INTA aportan confianza para el sector a nivel mundial.

Con la nueva ley se podrá usar la planta de cannabis de forma integral para producir, no solamente aceites y cremas medicinales, también cosméticos, textiles, autopartes, materiales para la construcción, súper alimentos (ricos en Omega 3 y Omega 6), zapatillas, marcos para anteojos, entre muchos otros.

La reglamentación de la legislación prevé un programa especial de adecuación a estos emprendimientos para las organizaciones cannábicas sin fines de lucro que en los últimos años desarrollaron conocimientos y experiencias en los usos terapéuticos de la planta

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