Al día martes 16, son 19 sujetos los detenidos por la policía en el marco de la causa conocida como la Secta de Villa Crespo, que funcionaba como una “Escuela de Yoga”. Los mismos se negaron a declarar frente al juez de turno, Ariel Lijo, y solicitaron ser excarcelados a la vez que se los está investigando por delitos que van desde trata de personas, abuso sexual, asociación ilícita y hasta ejercicio ilegal de la medicina.

Los diez varones fueron trasladados a los tribunales de Comodoro Py para realizarles una indagatoria. Cuando se les consultó si prestarían declaración, todos se respaldaron en su derecho constitucional de no hacerlo.

El Dr. Federico Bossi Ballester es el defensor particular asignado para los imputados. Se notificó que se trata de una investigación similar a la que se llevó a cabo en los años 90, llevada adelante por el juez Mariano Bergés.

Todos los acusados en aquél entonces fueron sobreseídos, sin embargo, ahora son nuevamente imputados por delitos de la misma naturaleza por los cuales la Justicia ya se pronunció, Algunos de los casos llegarían a remontarse al año 2004.

Por el lado de las nueve mujeres, fueron llevadas más tarde a los tribunales del barrio porteño de Retiro. Allí utilizaron el mismo tipo de estrategia: negarse a cualquier tipo de declaración, solicitando también su libertad.

Uno de los acusados es Juan Percowicz, hombre de 84 años de edad señalado como el líder de la secta, sujeto que ya había estado involucrado en una causa similar hace más de 20 años.

Juan Percowicz, acusado que ya estuvo involucrado en una causa similar hace más de dos décadas.

Los detenidos son producto de alrededor de 50 allanamientos que la Policía Federal Argentina viene llevando a cabo desde el día viernes.

La secta ofrecía “relaciones sexuales” a sujetos cercanos al poder

Un informe otorgado por la PFA señala que la organización utilizaba a sus miembros para el presunto ofrecimiento de relaciones sexuales a “personas de poder”. El dinero que se obtenía a través de estos delitos ingresaba al circuito legal mediante inmobiliarias y una escribanía que pertenecen a la empresa conocida con el nombre de BA Group.

La escuela de yoga era una de las principales puertas de entrada a la agrupación, a través de las promesas tales como el “desarrollo de la felicidad” o el “acabar con los males del SIDA y las drogas”, entre otras.

Algunos de los objetos secuestrados en una de las múltiples propiedades allanadas.

El Departamento de Trata de Personas de la PFA, secuestraron en los procedimientos: automóviles, computadoras, teléfonos celulares, documentación y otros elementos de contenido sexual. Además, se incautaron alrededor de 500 mil dólares.

Los investigadores a cargo interpretan que la forma de operar de la banda consistía en captar personas bajo la fachada de la Escuela de Yoga de Buenos Aires y la clínica “CMI Abasto“. En un edificio ubicado en la calle Estado de Israel se encontraron cerca de 66 personas que serían víctimas de dicha organización.

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