“Me dijeron que tenía que viajar, pero yo no tenía plata. No te preocupes, me respondieron. Y nos fuimos a Roma”, comenzó contando Nélida Domínguez de Miguel, ex senadora y diputada nacional, quien además tejió una amistad con Eva Perón y se convirtió en su mano derecha.

Juan Domingo Perón se había exiliado hacía más de 17 años. Una comitiva viajó a buscarlo y traerlo de regreso a la Argentina. En el avión de Alitalia, además de Nélida Domínguez de Miguel viajaban Menem, Abal Medina, Cafiero, Lorenzo Miguel, Leonardo Favio, el padre Mujica y López Rega, entre otros.

“Cuando llegamos allí, todos pasábamos a saludar a Perón. En el momento que me toca pasar a mí, le doy la mano y le digo: ¿Cómo le va general? No se acordaba quién era yo, alguien más le dijo quién era y me pidió perdón”, contó en una entrevista brindada años atrás a la periodista Fanny Mandelbaum.

Adiós a un ícono del peronismo viviente

Luego de una vida de historia peronista, Nélida Domínguez de Miguel  murió el pasado jueves 11 de noviembre, a los 101 años.

Su vida había cambiado cuando, de muy joven, su padre hizo que escuchara los discursos del general Juan Domingo Perón, mientras era secretario de Trabajo. Con los años, dejó todo y se sumó a las filas del peronismo.

“Pateábamos las calles llevando la verdad de nuestro movimiento”, rememoró Nélida en una vieja entrevista sobre los primeros años de militancia del Partido Peronista Femenino creado por Evita.

 

El camino junto a la mayor referente mujer del peronismo comenzaba a forjarse. Pasó muchas horas sentada junto a la cama de Eva, mientras el cáncer avanzaba sin retorno. Todas las noches, como un cuento, Nélida le relataba cómo estaba la situación política del país. Algo que sucedía a escondidas del General, quien sólo quería que Eva descansara. Al morir, Perón tuvo el gesto de elegir a Nélida como una de las personas que acompañarían los restos de Evita.

Luego, Nélida integró la comitiva que acompañó al general Perón en su primer retorno a la patria el 17 de noviembre de 1972; y más tarde fue electa diputada nacional en dos oportunidades y senadora en otra.

Se erigía, hasta el jueves 11 de noviembre, como un ícono viviente del peronismo histórico. Lo seguirá siendo.

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