Este jueves, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, vivió un incomodo momento durante una entrevista con El Diario de la Pampa cuando fue consultado por el fallecido cardiocirujano argentino, René Favaloro, en el momento en que el funcionario porteño era interventor del PAMI designado por el presidente Fernando De la Rúa.
“La historia lo ubica en un episodio con alguien muy conocido en la provincia, como es el médico Favaloro, que terminó…”, comenzó a preguntar el periodista que fue abruptamente interrumpido por Larreta.
“No, no disculpame. No tengo absolutamente nada que ver con eso, y no estoy para esa pregunta. Eso es todo lo que tengo para decir”, expresó el dirigente de Juntos por el Cambio.
La nota concluyó inmediatamente luego de esta pregunta.
La pregunta remitía a la relación de Larreta con supuestas coimas en el PAMI, luego de que, en una de las cartas que dejó Favaloro, se denunciara: “El PAMI tiene una vieja deuda con nosotros -creo desde el año ’94 o ’95- de 1.900.000 de pesos; la hubiéramos cobrado en 48 horas si hubiéramos aceptado los retornos que se nos pedían”.
De ese modo, Favaloro, conocido por desarrollar el primer bypass coronario, hizo referencia a las supuestas prácticas de soborno del funcionario porteño al frente del PAMI durante el gobierno de la Alianza en 1999.
En aquel momento, el equipo que dirigía Larreta (donde también se encontraba María Eugenia Vidal) recibió un reclamo de la Fundación del médico por el pago de 195 facturas emitidas años anteriores, pero el organismo decidió desconocer la deuda.
“En estos días he mandado cartas desesperadas a entidades nacionales, provinciales, empresarios, sin recibir respuesta. Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar“, cuestionó Favaloro.
En julio de ese mismo año, se realizó una verificación contable donde se comprobó la existencia de las facturas reclamadas, pero el mandatario porteño pidió la realización de una auditoría interna. Poco después, el 29 de julio, el doctor Favaloro, desesperado y agobiado por la situación, se disparó al corazón y terminó con su vida.
Tras la muerte del cardiocirujano, Larreta y otros funcionarios del organismo fueron acusados penalmente por “defraudación” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, debido al direccionamiento de la compra de vacunas antigripales, hechos que ya habían sido revelados por el propio Favaloro.
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