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En la apertura de la 126ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, los obispos celebraron una misa por el eterno descanso del Papa Francisco, presidida por monseñor Marcelo Colombo, presidente del organismo.
Durante la homilía, destacó el legado pastoral del pontífice y lo comparó con figuras bíblicas como Esteban y Jesús, al recordar su entrega y compromiso con los más vulnerables.
Colombo subrayó la importancia del encuentro al señalar que “la celebración de esta Santa Misa alimenta nuestra fraternidad sacramental en torno al Señor resucitado, en este particular contexto eclesial que vivimos, apenas fallecido el Papa Francisco”. Además, valoró el espacio de intercambio en el que los obispos compartieron experiencias personales vinculadas al pontificado.
El arzobispo de Mendoza evocó el testimonio del Papa como reflejo del amor incondicional de Cristo: “Así nos lo enseñó el Papa Francisco con numerosos gestos y palabras”.
En ese sentido, resaltó su cercanía con los descartados y su disposición para recibir a todos, sin distinción de motivaciones. “Nos habló de la verdadera libertad, ésa que se hace cargo del dolor y del sufrimiento de los otros”, afirmó.
El mensaje incluyó un llamado a continuar los procesos de renovación impulsados durante el pontificado: “Los procesos iniciados en estos años del Papa Francisco necesitan ser conducidos y acompañados en vistas de su consolidación y fecundidad evangelizadora”. También expresó su deseo de que los cardenales elijan al nuevo pontífice con libertad y fidelidad al pueblo de Dios.
En el tramo final, recordó las palabras del propio Jorge Bergoglio sobre el Año Jubilar, al citar que este tiempo debe servir para “recuperar la confianza necesaria —tanto en la Iglesia como en la sociedad— en los vínculos interpersonales (…) y en el respeto de la creación”.
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