Alrededor de 110 vuelos se vieron afectados en los aeropuertos Jorge Newbery y Ezeiza, producto al intenso temporal que se desató entre la noche del miércoles y la mañana del jueves sobre la Ciudad de Buenos Aires y alrededores.

Entre ambas estaciones aéreas se registraron 93 vuelos demorados, 27 debieron ser cancelados y 7 desviados a aeropuertos de alternativa a raíz de la imposibilidad de aterrizar por las condiciones meteorológicas adversas. Se estima alrededor de 11 mil pasajeros perjudicados.

En todos los casos, las modificaciones se produjeron como consecuencia de la actividad eléctrica sobre los aeropuertos, que obliga a suspender todo tipo de tarea en pista, por lo que no se pueden realizar los servicios de rampa, como asistencia a las aeronaves, retiro y recepción de equipajes.

“Es tierra de nadie”, aseguraba una pasajera oriunda de Tierra del Fuego, mostrando la desesperación y desorganización que representaba el proceso de recoger el equipaje.

Afortunadamente, el alerta rojo en el Aeroparque Jorge Newbery cesó al mejorar las condiciones meteorológicas, por lo que los vuelos comenzarán a normalizarse lentamente, aunque las consecuencias de las demoras y cancelaciones se harán sentir durante el resto de la jornada e incluso mañana.

Poco después de las 16, al decrecer la intensidad de la lluvia y finalizar la actividad eléctrica sobre la zona, se decidió levantar el estado de alerta que impedía las actividades de rampa, imposibilitando la atención a las aeronaves que habían aterrizado y a las que no habían logrado despegar y permanecían con sus pasajeros a bordo. A partir de esa hora se reanudó la actividad en la pista.

El temporal se abatió sobre todo durante la madrugada, entre las 2 y las 4 de hoy, lapso durante el cual, con intermitencias, no hubo movimientos en las pistas, y esto derivó, sobre todo, en las demoras que por efecto dominó se trasladan a lo largo del día.

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