El exitoso conductor de televisión de la década de los 90, Rául Portal, murió a los 81 años este miércoles 14 de octubre.
Según confirmó su mujer, Lucía, a Teleshow, desde febrero del 2018 que tenía un trastorno cognitivo tipo progresivo. Además, indicó, por voluntad de su marido, no habrá velatorio ni entierro. “Raúl no quería”, dijo, y aseguró su cuerpo será cremado.
“A Raúl lo solían trasladar del CCP BAIRES -institución dedicada al cuidado de pacientes que requieren atención médica, con limitaciones para ser atendidos en sus domicilios o en geriátricos- a Los Arcos por diferentes agravamientos de salud, pero siempre salía. Incluso las enfermeras elogiaban lo que luchaba por vivir”, dijo Lucía, conmovida por la fuerza de su marido hasta último momento. “Otro hubiera vivido menos”.
“Salió de muchas, pero en esta no hubo forma. Estaba muy deteriorado. Lo importante es que no sufrió. El cuerpo ya no le dio”, agregó Lucía, quien por estas horas también transita la internación de su madre, de 99 años, que sufrió un accidente doméstico.
Raúl Portal fue el pionero del programa metadiscursivo en donde la TV hablaba de la TV, la hacía noticia y espectáculo y se retroalimentaba. “Esto va a salir en PNP”, se lamentaban los conductores y conductoras de los programas en vivo cada vez que se cometía un furcio.
Notidormi y Perdona nuestros pecados (PNP) fueron las grandes invenciones televisivas de Raúl Portal que abrieron un camino que varios desandaron tiempo después.
Tiempo después se popularizó su pasado en el área de Prensa del Ministerio del Interior de la Nación bajo el gobierno de la dictadura de Juan Carlos Onganía entre 1968 y 1978.
“No tengo arrepentimientos ideológicos porque la ideología es de buena fe. Uno tiene una ideología porque cree en eso. Aún los extremismos suponen una mística, un idealismo y una utopía. A los guerrilleros que dieron su vida no se los puede censurar. Y cuando dicen que adherí al proceso militar de alguna manera tienen razón porque yo no hice nada para defender a Isabel Perón. Es más, me alegré cuando la echaron. Soy uno de los millones y millones de argentinos que nos alegramos”, le dijo a La Nación en 1997.
Luego se dedicó con devoción a programas de “nicho” pero con gran repercusión popular, como su preocupación por el cuidado de los animales, con “El portal de las mascotas” y la vocación solidaria “El portal de la vida”.
Volvió a las luces de las cámaras, cuando los noticieros le pusieron el foco por su apoyo al Padre Julio Cesar Grassi, en medio de la acusación por abuso de menores en la Fundación Felices los Niños.
Portal salió siempre con fuerza a defenderlo y llegó inclusive a hacerse cargo de la Fundación, de la que fue en un momento vicepresidente.
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