*Por Jorge Cicuttin

Por primera vez desde la llegada de la pandemia a la Argentina, Alberto Fernández necesitó salir con fuerza a defender las medidas de aislamiento y a denunciar a aquellos que, interesadamente, promueven una violación de estas medidas.

Ocurre que el éxito indudable del aislamiento establecido desde el 20 de marzo es, al mismo tiempo y paradójicamente, su debilidad.

Que se haya logrado que mueran unas diez personas por día, en lugar de los 600 fallecidos de Brasil, por ejemplo, ha llevado a que la sociedad tome con mayor tranquilidad la pandemia y se vaya cansando de la cuarentena. Algunos por necesidad imperiosa –ya no tienen plata-, otros por simple cansancio y algunos por un interés político, comenzaron a desoír las indicaciones oficiales.

El Presidente defendió y demostró lo exitoso del aislamiento a partir de lo que ocurre fronteras para afuera. Y puso como ejemplo un país al que recurren quienes militan por terminar con la cuarentena: Suecia. Con medidas de aislamiento muy “light”, los suecos se muestran como un país que transcurre la pandemia manteniendo en funcionamiento gran parte de su economía y sin grandes pérdidas de vidas. Para cuestionar esta mirada, el Presidente lo comparó con un país vecino, Noruega, que sí optó por una cuarentena más dura.

Hasta ayer, Suecia tenía 3.175 muertos y 25.265 contagiados, mientras que Noruega registraba apenas 218 muertos y 8.055 casos confirmados.

Y cerró con una comparación contundente. De acuerdo con la cantidad de muertos por número de habitantes, los 3.000 suecos serían unos 14.000 argentinos fallecidos por coronavirus.

El mundo abunda en ejemplos de lo beneficioso de las medidas de aislamiento y el peligro de una salida apresurada. En España, por ejemplo, se ha comenzado con una etapa de relajamiento de las medidas y volvió a aumentar el número de contagios, llegando a los 1.000 diarios. Esto lleva al gobierno español a ir con más cuidado en las etapas de apertura.

Y por supuesto están a la vista los ejemplos de los gobiernos negacionistas, como los de Donald Trump y Boris Johnson. Vienen tomando a regañadientes y tarde las medidas de aislamiento y Estados Unidos tiene más de 77.000 muertos, con la perspectiva de llegar a los 130.000. En cuanto al Reino Unido, con más de 30.000 víctimas fatales se convirtió en el país más afectado de Europa.

Hasta ayer, Suecia tenía 3.175 muertos y 25.265 contagiados

Ni que hablar de un peligro que tenemos en el vecino Brasil. Con un presidente desaforado que llama a violar las cuarentenas impuestas por los gobernadores, hace asados para decenas de personas y organiza partidos de fútbol. Jair Bolsonaro tiene un gobierno en crisis, con ministros claves que se van, posibilidades ciertas de juicio político, una economía con serios problemas y a punto de superar los 10.000 muertos y más de 145.000 infectados en el país.

La demostración de los beneficios de la cuarentena supera, sin duda, la comparación entre suecos y noruegos.

Cuando salgamos de la pandemia estaremos golpeados y doloridos. Gran parte de los argentinos quedaremos más pobres, endeudados, perdiendo ahorros, con comercios y empresas al borde del cierre. Lo que hay que entender es que, gracias a las medidas de aislamiento, esta es la mejor salida. La peor es con todo lo anterior, pero sumando algún muerto por el virus en nuestro entorno familiar.

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