El papa Francisco brindó una extensa entrevista a la agencia de noticias argentina Télam en la que abordó varios temas de la coyuntura mundial y de la Argentina. Entre los tópicos tratados por el pontífice, están el rol de las instituciones, la importancia de los jóvenes, la problemática social y la responsabilidad de los gobiernos, la relación entre los medios y el poder.

De la crisis no se sale solo, se sale arriesgando y tomando al otro de la mano”, aseguró el Papa desde una habitación acondicionada para esta ocasión en el Vaticano.

Por otro lado, Francisco reivindicó el compromiso de los “pastores del pueblo”, contó aspectos desconocidos de su encíclica “Laudato Si” y planteó una suerte de balance de su papado a poco de cumplir una década de haber sido ungido Pontífice.

Durante el encuentro con con la presidenta de Télam, Bernarda Llorente, que se extendió durante una hora y media, el Papa también reveló cuáles son los cuatro principios políticos que lo ayudan a reflexionar. En ese sentido, no dudó en calificar como una “profecía” el sueño de unidad latinoamericana de José de San Martín y Simón Bolívar.

“Hay un filósofo llamado Rodolfo Kusch, que es el que mejor captó lo que es un pueblo. Es uno de los grandes cerebros argentinos y, como sé que me van a escuchar, recomiendo su lectura”, señaló Francisco durante su íntima conversación.

Una de las definiciones más fuertes la brindó cuando se refirió a la invasión de Rusia a Ucrania para criticar a las Naciones Unidas: “Después de la Segunda Guerra Mundial hubo mucha esperanza en las Naciones Unidas. No quiero ofender, sé que hay gente muy buena que trabaja, pero en este punto no tiene poder para imponerse. Ayuda sí para evitar guerras y pienso en Chipre, donde hay tropas argentinas. Pero para parar una guerra, para resolver una situación de conflicto como la que estamos viviendo hoy en Europa, o como las que se vivieron en otros lugares del mundo, no tiene poder. Sin ofender. Es que la constitución que tiene no le da poder”.

 

En otro orden de temas, Francisco se mostró preocupado por “el descompromiso político de los jóvenes” y lo atribuyó a un desánimo en la generación: “Han visto -no digo todos, por Dios- situaciones de arreglos mafiosos y de corrupción. Cuando los jóvenes de un país ven, como se dice, que ‘se vende hasta a la madre’ con tal de hacer un negocio, entonces baja la cultura política. Y por eso no quieren meterse en política. Y sin embargo los necesitamos porque son ellos los que tienen que plantear la salvación a las políticas universales. ¿Y por qué la salvación? Porque si no cambiamos de actitud con el ambiente, nos vamos todos al pozo”.

Y agregó: “Los jóvenes tienen que aprender esta ciencia de la política, de la convivencia, pero también de la lucha política que nos purifica de egoísmos y nos lleva adelante. Es importante ayudar a los jóvenes en ese compromiso socio-político y, también, a que no les vendan un buzón. Aunque hoy día, creo que la juventud está más avivada. En mis tiempos, no nos vendían un buzón, nos vendían el Correo Central. Hoy están más despiertos, son más vivos. Si los jóvenes no son los protagonistas de la Historia, estamos fritos. Porque ellos son el presente y el futuro”.

 

El ex obispo de Buenos Aires se refirió en muy duros términos al rol de los medios y les pidió responsabilidad a la hora de informar: “Hoy día los medios de comunicación tienen una gran responsabilidad didáctica: enseñar honestidad a la gente, enseñar a comunicarse con el ejemplo, enseñar a la convivencia. Pero si vos tenés medios de comunicación que da la impresión que tienen una metralla en la mano para destruir a la gente -con la selección de la verdad, con la calumnia, con la difamación o con ensuciarlo -eso nunca hará crecer a un pueblo. Pido que los medios de comunicación tengan esa sana objetividad, lo que no quiere decir que sea agua destilada”, añadió.

 

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