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Por Jorge Cicuttin

En la noche del próximo domingo se proclamará un ganador de las elecciones legislativas. O habrá varios. O posiblemente se discuta mucho quiénes ganaron y quiénes perdieron. El triunfo y la derrota en los comicios se van a medir de formas diferentes con los mismos números y porcentajes. Parece todo un juego de palabras, pero es lo más probable que ocurra en una semana.

Y no será un hecho menor. La forma en que se lean los resultados del domingo 26 repercutirá y mucho no solo en el futuro del gobierno y de la oposición, sino de lo que ocurrirá con la economía argentina a partir del lunes 27.

Claro que para llegar a las elecciones falta atravesar aún una semana que se pronostica muy complicada.

En lo político, los cierres de campaña mantendrán la virulencia, la confrontación y ausencia de propuestas que vienen mostrando.

Pero fundamentalmente en lo económico se seguirá con mucha preocupación la marcha del dólar, los bonos argentinos y el riesgo país, a la espera de anuncios que hagan las autoridades de los Estados Unidos. Ocurre que ya se ha visto que ni Javier Milei ni el ministro Luis Caputo pueden hacer anuncios concretos: No pueden decir cómo será el swap por 20.000 millones de dólares, ni cuándo arrancará, ni las condiciones de los préstamos, ni en qué consistirán los tan esperados acuerdos comerciales con Estados Unidos. Nada de esto se puede decidir en Buenos Aires. Se decide en Washington.

¿Cuánto valdrá un dólar? Eso depende y dependerá de cómo decida intervenir Scott Bessent y el Tesoro norteamericano en el mercado local.

Y mucho de esto dependerá del resultado de las elecciones del domingo 26.

Todo muy incierto. Porque habrá distintas lecturas.

Los analistas ven, en términos generales, tres escenarios electorales.

Una muy buena elección de La Libertad Avanza, sacando cerca del 40% de los votos a nivel nacional, ganando en CABA, Mendoza y Córdoba y achicando mucho la diferencia con el peronismo en la provincia de Buenos Aires. Esto permitirá un festejo completo ya que significará que se asegurará tanto en Diputados como en el Senado el número de legisladores suficientes como para mantener con vida los vetos presidenciales. Además, un número importante para discutir las reformas prometidas en lo previsional, laboral e impositivo.

Otro panorama pinta si el oficialismo esté en el orden del 35% de los votos. Allí se abrirá una fuerte discusión sobre cuánto ganó y cuánto perdió, por más que sea la fuerza más votada a nivel país. Porque quedará con un 65% del país que lo rechaza y en el límite para defender en el Congreso los vetos presidenciales.

La peor situación para LLA sería un 30% de los votos o menos. La derrota sería indiscutible. Y no solo el Congreso le seguirá siendo adverso sino que los opositores “amigables” se plantarán de manera distinta a la hora de discutir el tan pedido “acuerdo político” para garantizar la gobernabilidad hasta 2027.

Muchos ven la segunda opción, la de un Gobierno con cerca del 35% de los votos a nivel nacional, como la más posible que arrojen las urnas.

El Gobierno quedará comprometido. Porque hay un detalle que no es menor a la hora de evaluar el resultado: En esta oportunidad LLA va junto al PRO, así que para leer el porcentaje de apoyo popular habrá que compararlo con lo que en 2023 sacaron ambas fuerzas juntas, más del 50% de los votos.

Javier Milei necesita mostrarse ganador el domingo a la noche. Y así lo hará, mostrando un resultado general o haciendo el poroteo de bancas en el Congreso. Tiene que mostrarse ganador porque así se lo reclama Donald Trump para brindarle los dólares prometidos y también porque necesita entablar las negociaciones con los gobernadores desde una posición de fuerza.

Para sumar a la especulación, una muy cuestionable instrucción de la Casa Rosada habría llegado a la Dirección Nacional Electoral (DINE) y es que los votos del escrutinio provisorio a nivel nacional se acumulen y visibilicen por frentes. Como La Libertad Avanza es la única coalición que llevará el mismo nombre en todas las provincias del país, pretenden mostrar un mejor resultado que Fuerza Patria, incluso en provincias donde esto no suceda. La Dirección Nacional Electoral (DINE) estaría por publicar una resolución donde propondrán contabilizar los resultados del domingo 26 de octubre como distrito único. Esto haría que, por otro lado, se muestre a LLA en las 24 provincias, pero a Fuerza Patria se lo contabilizaría en total en 14 provincias, y aquellas donde el peronismo compite con otros sellos, se contabilizarían de forma separada. Desde el peronismo consideran la posibilidad como “una barbaridad”, y realizarán presentaciones en la Cámara Nacional Electoral (CNE) y en juzgados federales para frenarlo.

Por todo esto se discutirán mucho los resultados del domingo, a menos que “La Libertad Arrase” -como hace tiempo pronosticó Milei-, o que sea un resultado catastrófico para el oficialismo. Ninguna de estas dos cosas parece que ocurrirán.

Claro que de ser así en una semana estaremos hablando de otro país. Igual, dejemos siempre una puerta abierta, la Argentina no para de darnos sorpresas.

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