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El primer semestre de 2024 dejó cifras alarmantes de pobreza e indigencia en Argentina, afectando de manera desigual a diferentes grupos etarios. Según los datos de este jueves del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la pobreza en los menores de 14 años alcanzó el 66,1%, lo que representa un incremento de 7,7 puntos porcentuales respecto al segundo semestre de 2023. La indigencia en este grupo creció de 18,9% a 27%, un aumento de 8,1 puntos, lo que agrava la situación de vulnerabilidad de millones de niños y adolescentes.

El informe muestra que el 42,5% de los hogares se encuentra por debajo de la línea de pobreza (LP), lo que afecta al 52,9% de la población en todo el país. Además, el 13,6% de los hogares está por debajo de la línea de indigencia (LI), afectando al 18,1% de las personas, un total de 5,3 millones de argentinos que no logran cubrir sus necesidades alimentarias básicas.

Aumento de la pobreza infantil

El aumento de la pobreza en la población infantil y adolescente es uno de los aspectos más preocupantes del reporte del INDEC. De acuerdo con los datos, dos de cada tres niños menores de 14 años viven en hogares pobres, un incremento significativo respecto al semestre anterior, donde el 58,4% de los menores estaba bajo la línea de pobreza. La indigencia también mostró una suba alarmante, pasando del 18,9% al 27%, lo que significa que más de un cuarto de los niños y adolescentes no tiene acceso a una alimentación adecuada.

La pobreza entre jóvenes y adultos

El deterioro económico no solo afecta a los más jóvenes. En el segmento de 15 a 29 años, la pobreza escaló al 60,7%, un aumento de 13,7 puntos porcentuales en comparación con el segundo semestre de 2023, cuando el 47% de los jóvenes estaba bajo la línea de pobreza. En términos de indigencia, este grupo también sufrió un golpe significativo, con un aumento de 7,7 puntos, pasando de 13,5% a 21,2%.

En el caso de los adultos entre 30 y 64 años, la situación no es menos grave. La pobreza en este rango etario pasó del 36,8% en el segundo semestre de 2023 al 48,6% en el primer semestre de 2024, lo que representa un crecimiento de 11,8 puntos porcentuales. La indigencia, por su parte, subió del 10,1% al 15,9%, reflejando un aumento de 5,8 puntos en tan solo seis meses.

Jubilados también golpeados por la crisis

Incluso los jubilados, tradicionalmente un grupo más protegido, han sufrido un importante deterioro en sus condiciones de vida. La pobreza entre los mayores de 65 años subió al 29,7% en los primeros seis meses de 2024, un incremento de 12,1 puntos porcentuales en comparación con el 17,6% del semestre anterior. La indigencia también afectó a este grupo etario, con un aumento de 1,4 puntos, llegando al 4%.

Desigualdad regional y urbana

La pobreza y la indigencia crecieron en todas las regiones del país, con las áreas del Noreste (NEA) y Noroeste (NOA) presentando las mayores incidencias, con tasas de 62,9% y 57%, respectivamente. Las regiones de Patagonia y Pampeana mostraron los índices más bajos de pobreza, con tasas del 49,1% y 49,9%, aunque los incrementos respecto al semestre anterior fueron notables.

En las ciudades con más de 500.000 habitantes, la pobreza aumentó en 11 puntos porcentuales, mientras que en los aglomerados urbanos de menor tamaño, el incremento fue aún mayor, con una suba de 12,3 puntos.

La insuficiencia de los ingresos

El informe del INDEC también destaca que los ingresos de los hogares no lograron mantenerse al ritmo del aumento de los costos de la canasta básica total (CBT) y la canasta básica alimentaria (CBA). Mientras que los ingresos familiares crecieron un 87,8%, las canastas regionales promedio aumentaron 115,3% (CBA) y 119,3% (CBT). Esto refleja la creciente brecha de la pobreza, que se ubica en el 42,6%. En términos monetarios, los hogares pobres tienen un ingreso promedio de $407.171, pero necesitarían $709.318 para cubrir las necesidades básicas.

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