Comienza a asentarse el clima de concordia en el Frente de Todos tras las cumbres de los socios más importantes en Olivos que se sucedieron en los últimos días. Por ahora pueden contarse sólo con los dedos de una mano los encuentros entre el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kichner y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Sin embargo, fueron suficientes para tranquilizar (un poco) a los mercados y ordenar (otro poco) las segundas filas de la coalición, una tarea que el lunes arrancó con la advertencia de la ministra de Economía, Silvina Batakis, de que el Estado “no va a gastar más de lo que tiene” y “las metas con el FMI se mantienen”. En cuanto a los ingresos de los trabajadores y de los jubilados el desencuentro late a ritmo tan acelerado como la inflación. La unidad, fuera de discusión.

Batakis entonces arrancó por dar señales claras a los mercados.

Si bien la ratificación del rumbo económico no es algo en lo que los tres accionistas mayoritarios de la coalición coincidan, de hecho de allí partieron las diferencias que hasta la renuncia de Martín Guzmán parecían irreconciliables, el tamaño del problema financiero que atraviesa el país es bastante preocupante como para mostrar sintonía detrás de los duros lineamientos de “equilibrio fiscal y solvencia del Estado” que estableció la flamante ministra.

Era eso o quién sabe qué si esta semana no se calmaba la “mini corrida” para empujar una devaluación de la moneda nacional que el presidente adjudicó desde el comienzo (dos semanas atrás) a la oposición que representa Juntos por el Cambio: “Seguramente están buscando un golpe de mercado. Sabemos con qué bueyes aramos”. “No les pido que me ayuden, les pido que se callen porque confunden con expectativas adversas”, sostuvo.

Batakis entonces arrancó por dar señales claras a los mercados. Una conferencia que incluyó al presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, y al ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, entre otros funcionarios de áreas claves relacionadas con el control de cambios. El miércoles se anunció la adecuación del 35% al 45% de la percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales para el consumo de divisas para viajes y gastos en el exterior.

El Banco Central no subió la tasa de interés pero el jueves anunció medidas para apuntalar la deuda en pesos. El viernes concluyó la semana financiera con una tensa calma, con los dólares financieros aumentando 1,4% en el tramo final de la rueda y rozando los $300. Por otra parte, la segmentación energética es un hecho y los usuarios de mayores recursos perderán los subsidios.

El Banco Central no subió la tasa pero anunció medidas para apuntalar la deuda en pesos

Hay un factor que colabora con bajar volatilidad política hacia adentro del oficialismo y es el de confidencialidad. Nada de lo que se dice en los encuentros privados entre Alberto, Cristina y Massa trasciende. La vicepresidenta se encargó esta semana de desmentir una versión periodística de que ella haya dado el visto bueno para la decisión que se tomó con el dólar turista. Fuentes cercanas al despacho presidencial aseguraron a La Opinión Austral que en el Poder Ejecutivo “hay diálogo, están bien, lo que conversan es reservado y si hay algo para contar se hará”.

De esas conversaciones se esperan definiciones sobre el poder adquisitivo de los trabajadores formales e informales y de los jubilados. Al respecto, esta semana las divergencias internas se mantuvieron expuestas y agregaron un componente al estrés callejero: anuncios de movilizaciones de dirigentes de la coalición para pedir el análisis de un salario universal (ya desestimado por Batakis) y la mejora de los ingresos, como así también, el aviso de una marcha de la CGT para el 17 de agosto contra los especuladores de precios.

Una paradoja es que mientras los tres socios del Frente de Todos conversan, el ruido lo generan ahora desde otros sectores aliados. Con esto dicho, la inflación pone sobre la mesa las diferencias latentes que existen en la cúpula. Una sutil muestra fue, una vez más, la paritaria de los trabajadores (no legisladores) del Congreso que definieron esta semana Cristina y Massa. Dos cuotas de 30% cada una en julio y octubre.

En los siguientes cuatro meses habrán recompuesto su ingreso un 69% (cifra a la que se llega ya que ambas cuotas son acumulativas). Además, acordaron con los gremios una revisión en noviembre que podría incluir una suma fija. Ejemplar para aquellos sindicalistas que sellaron sus paritarias en hasta seis tramos y que, algunos, en unos días marcharán contra la inflación.

El Indec informó que junio dio más de lo que proyectaban las consultoras privadas, al marcar 5,3% y un acumulado para el primer semestre del año del 36,2%. Para julio se esperan entre dos y tres puntos porcentuales más. La estimación de una inflación anual de al menos el 70% es un hecho que ya nadie se atreve a cuestionar. El combo fatal de un contexto externo inflacionario y uno interno de especulación lastima con dureza los bolsillos.

Hablando del panorama internacional, los niveles de inflación en Europa y Estados Unidos continúan marcando porcentajes inéditos. De eso y otros asuntos regionales hablarán en la Cumbre de Presidentes del Mercosur que tendrá lugar en Paraguay el próximo miércoles. América Latina podría reconfigurarse en los próximos meses, en especial, por efecto de los resultados electorales en Brasil que se conocerán en octubre.

Alberto partiría a Estados Unidos donde tiene confirmada una bilateral con Joe Biden

Alberto Fernández viajará a Asunción y luego, el domingo, partiría a Estados Unidos donde tiene confirmada una bilateral con su par Joe Biden el martes 26 en Washington. La ministra Batakis y el canciller Santiago Cafiero formarán parte de esa comitiva.
Hacia afuera, el posicionamiento político de la Argentina sigue sumando casilleros.

Hacia adentro, el presidente fue claro desde la Casa Rosada: “A los que especulan, a los que quieren ganar aprovechando la incertidumbre, les aviso: si quieren probar nuestra fuerza la van a probar. Estamos dispuestos a dar las peleas que haya que dar para que la gente no tenga que resignar derechos”, afirmó. El que avisa no traiciona.

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