La guerra de Malvinas, que enfrentó a Argentina y al Reino Unido en 1982, dejó un saldo de más de 900 muertos y miles de heridos en ambos bandos. Uno de los episodios más trágicos y controvertidos de ese conflicto fue el hundimiento del Crucero General Belgrano, que causó la muerte de 323 marinos argentinos.
El responsable de esa acción fue el submarino británico Conqueror, que disparó dos torpedos contra el buque argentino el 2 de mayo de 1982. Pero detrás de esa orden estaba la exprimera ministra británica Margaret Thatcher, quien fue elogiada por el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, en el debate del balotaje.
Milei -que se enfrentará al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, el próximo domingo-, dijo que Thatcher fue uno de los grandes líderes de la historia de la humanidad y que tuvo un rol significativo en la caída del Muro de Berlín. Sin embargo, no mencionó su papel en la guerra de Malvinas, que fue duramente cuestionado por la opinión pública internacional e incluso por algunos sectores de su propio país.
“En la historia de la humanidad, hubo grandes líderes. Thatcher tuvo un rol significativo en la caída del Muro de Berlín”, indicó el libertario que también definió como “figura” a Ronald Reagan, aliado de Reino Unido en la Guerra de 1982.
Ante estas definiciones, Sergio Massa lo cruzó: “Thatcher es un enemigo histórico de Argentina. Hay que respetar a los excombatientes de Malvinas”.
“Es como cuando Alemania en el 74 le hizo cuatro goles Argentina Cruyff la rompió e hizo un desastre, vos tendrías que considerar que Cruyff es un pésimo jugador“, intentó argumentar Milei (con un error, ya que fue Holanda y no Alemania) y trajo otro ejemplo más actual: “O con los goles que Mbappé nos hizo en la final, vos tendrías que despreciarlo porque eso. Una cosa nos tiene que ver con la otra. Nos tocó una guerra y esa guerra la perdimos“.
El hundimiento del Crucero General Belgrano
El Crucero General Belgrano fue un buque de guerra que había sido adquirido por Argentina a Estados Unidos en 1951. Tenía una capacidad de 1.138 tripulantes y estaba equipado con 15 cañones, 8 ametralladoras y 3 aviones. Su misión era proteger el flanco sur de las islas Malvinas, donde se encontraban las tropas argentinas que habían desembarcado el 2 de abril de 1982.
El 2 de mayo de 1982, el buque navegaba por el Atlántico Sur, fuera de la zona de exclusión de 200 millas alrededor de las islas, que había sido establecida por el Reino Unido para evitar el ingreso de barcos argentinos. Sin embargo, Thatcher y su gabinete de guerra consideraron que el Crucero General Belgrano constituía una amenaza real para la flota británica y ordenaron su hundimiento.
El submarino Conqueror, que había estado siguiendo al buque argentino desde el día anterior, recibió la autorización para atacar y lanzó dos torpedos. El primero impactó en la proa y el segundo en la popa, provocando una explosión que abrió una brecha en el casco. El Crucero General Belgrano comenzó a hundirse rápidamente, mientras que los sobrevivientes se lanzaban al agua helada.
De los 1.093 tripulantes que iban a bordo, solo 770 lograron salvarse. Los otros 323 murieron ahogados, quemados o por hipotermia. Fue el mayor número de bajas que sufrió Argentina en la guerra de Malvinas y el peor desastre naval desde la Segunda Guerra Mundial.
La polémica por el hundimiento del Crucero General Belgrano
El hundimiento del Crucero General Belgrano generó una fuerte condena internacional y una ola de protestas en Argentina, que acusó al Reino Unido de violar el derecho internacional y cometer un atroz crimen de guerra, violando los propios límites que los británicos habían impuesto.
El gobierno británico, por su parte, argumentó que el buque argentino representaba un peligro potencial para sus fuerzas y que actuó en legítima defensa. Thatcher afirmó que el Crucero General Belgrano estaba navegando hacia las islas y que tenía la intención de atacar a los buques británicos.
Sin embargo, esta versión fue desmentida por el capitán del Crucero General Belgrano, Héctor Bonzo, quien declaró que el buque se estaba alejando de las islas y que había recibido la orden de regresar a puerto. También fue contradicha por el comandante del submarino Conqueror, Christopher Wreford-Brown, quien admitió que el buque argentino no estaba en posición de ataque y que se encontraba fuera de la zona de exclusión.
La polémica se reavivó en 1983, cuando Thatcher se enfrentó a una periodista que la cuestionó sobre el hundimiento del Crucero General Belgrano en una entrevista televisiva. La periodista se llamaba Diana Gould y era una profesora de Cirencester, en Gloucestershire. Gould le preguntó a Thatcher por qué ordenó el ataque al buque argentino cuando había una propuesta de paz de Perú que podría haber puesto fin al conflicto. Gould le preguntó a Thatcher por qué ordenó el ataque al buque argentino cuando había una propuesta de paz de Perú que podría haber puesto fin al conflicto.
Thatcher se mostró molesta por la pregunta y trató de justificar su decisión. Dijo que el Crucero General Belgrano estaba en una zona que era un peligro para sus barcos y que tenía la capacidad de cambiar de rumbo y atacar en cualquier momento. Gould le replicó que el buque se estaba alejando de las islas y que no representaba una amenaza. Thatcher insistió en que el buque estaba en una zona de guerra y que tenía el deber de proteger a sus soldados. Gould le dijo que el hundimiento fue un acto de sabotaje a la paz y que Thatcher tenía 14 horas para considerar el plan peruano.
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