A dueto con Wos, otro de los que pegó el salto de las competencias de gallos a la música, la furiosa lírica apoyada sobre una instrumental de guitarras eléctricas se erige en un verdadero testimonio de una época en la que es el movimiento hip hop, el rap y el trap, uno de los espacios musicales que quizás mejor represente a las juventudes.

 

 

 

 

“Lo que yo sienta que me llene lo voy a hacer, y todavía tengo 18 años”, dice Mateo Palacios Corazzina, tal el nombre de este chico oriundo de La Boca que demostró tener uno de los mejores “flows” de la escena y que disfruta “lo más tranquilo posible” de la repercusión planetaria de su disco.

 

 

 

“Atrevido para mí es más que un concepto del disco; es un reflejo de cómo soy, de cómo me porto yo. Hay dos tipos de atrevimiento: el del mal y el del bien. El atrevimiento del mal son los wachos atrevidos que bardean. Yo soy un wacho atrevido, pero no de los que bardean. Soy un atrevido que se anima a hacer lo que se pone en la mente, a atreverse y a romper el hielo”, explica Trueno.
Nacido en una familia de artistas e hijo de un padre rapero, Pedro Palacios AKA “Peligro”, Trueno fue un precoz batallero y freestyler. Subió a los escenarios a rimar desde muy chico, era un habitual del mítico “El quinto escalón” de Parque Rivadavia y llegó a lo más alto el año pasado, cuando en una sola temporada se alzó con las dos competencias más importantes del país, la Red Bull Batalla de los Gallos y la FMS Argentina.
Desde entonces el gallo le hizo lugar al músico: ya en junio de 2019 su primera sesión con el productor Bizarrap se había erigido en el video de freestyle con más visualizaciones en el mundo en YouTube, con más de 117 millones de reproducciones.
El primer sencillo del disco llegó de forma anticipada en febrero con el tema que da título al álbum, “Atrevido”, que ya acumula más de 67 millones de reproducciones de audio y video; y le siguió un mes después “Azul y oro”, con más de 25 millones entre el audio y el video.
“El proceso de mi disco fue como una transición del freestyle a la música, porque yo estaba muy metido en las competencias, pero al mismo tiempo sabía que tenía mucho para decir”, detalló el artista, que inyecta sus canciones con referencias a su lugar de pertenencia, el barrio, los amigos, el pago chico.
Al ritmo de los beats de sus compañeros Taiu y Tatool, el resto de los diez temas de “Atrevido” suma cada una y en muy pocas horas millones de escuchas en todas las plataformas, en especial su colaboración con Wos en “Sangría”, que supera los 4 millones de vistas en YouTube, y la que hizo con Nicki Nicole con producción de Bizarrap para “Mamichula”, que supera largamente los 9 millones.
Con respecto a que el disco suma millones de reproducciones a pocas horas de lanzarlo, dijo que tomó las repercusiones lo más tranquilo posible, estando con mi gente, con mi familia, siendo consciente de todo lo que genera, todo lo que está pasando, pero suave y siendo feliz.
Los temas nacieron con mis productores, lo primero que dijimos fue “vamos a flashear, no nos quedemos en una sola cosa, vamos a flashear géneros, vamos a divertirnos”. Yo siempre hice esa búsqueda de tratar de rapear, de que el verso sea rapero y mantener mi estilo rapero, pero no quedarme con ganas de hacer nada. Todo lo que tenía ganas de hacer se lo propuse a mis productores, lo plasmaron y lo hicimos realidad.
Y con las colaboraciones expresó que: “Me fijé más que nada en que me representen, más allá del mainstream, de que el artista suene o no, y de cómo hacen su música. Yo lo que busco es la representación de persona a persona y los featurings que tengo me representan todos en una gran parte, cada uno de una manera diferente.
Por último se refirió a “que nunca dejo ninguna de mis facetas cien por ciento. Que siempre me quedan algunas ganitas de competir o de volver a vivir cosas que cuando las dejo de vivir también las extraño, y nunca es una cosa o la otra. Lo que yo sienta que me llene lo voy a hacer y todavía tengo 18 años, tengo tiempo para hacer lo que quiera, para arrepentirme, para que me vuelva a gustar lo que hago, para buscar cosas nuevas y para experimentar, cerró.

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