Los primeros vuelos comerciales de Río Gallegos a Buenos Aires y viceversa recibieron reiteradas quejas por parte de los pasajeros, que denunciaron largas demoras para poder retirar el equipaje y salir del aeropuerto, como también el asfixiante calor. Incluso, algunos viajeros aseguraron escuchar a tripulantes charlar con alto tono sexual frente a todos.

 

 

El último vuelo que arribó este miércoles 18 a Río Gallegos llegó alrededor de las 13:30 horas, y muchos de los pasajeros describieron que fue “un sauna” por las altas temperaturas. Según pudo saber La Opinión Austral, algunos estuvieron esperando hasta las 15:30, es decir, por dos horas.

 

 

Según reclamó una abogada riogalleguense que arribó en el vuelo, dijo que tuvieron que aguardar en la manga “parados y sin explicaciones“. “Un desorden tremendo”, expresó. En las filas, también habían personas mayores de edad.

 

 

 

“Tienen que poner 3 vuelos, la gente necesita viajar, están muy mal asesorados”, reclamó la mujer. Asimismo, denunció que una trabajadora de Aerolíneas Argentinas “pasó adelante a buscar la maleta de algún amigo, y cómo se lo advertí, la representante de SENASA se enojó conmigo“, dijo.

 

Este no fue el único vuelo conflictivo entre RGL-EZE. La Opinión Austral pudo saber que en el viaje del pasado miércoles 11 de noviembre a las 14:00, con destino Buenos Aires, dos azafatos, mujer y hombre, mantenían charlas de alto tono sexual entre ellos, que los mismos pasajeros pudieron percibir.

 

 

En la charla, hablaban de otros compañeros: mujeres y hombres, y también de sus parejas. También se contaban gustos sexuales y de cómo una de ellas generaba “escozor” entre los pasajeros. Entre los diálogos, la azafata le decía a su colega que le gustaba el novio de una de sus compañeras. “Es una bomba”, decía, mientras él enumeraba los nombres de aquellas con las que “estaba muerto”, dando hasta nombre y apellido.

 

Varias personas mayores iban a bordo del vuelo de este miércoles 18.

 

En el fondo del avión, una mujer que viajaba con sus hijos, vestida con el uniforme del Ejército, escuchaba con asombro los diálogos subidos de tono. Para rematar, algunas de las conversaciones tuvieron incluso contenidos escatológicos.

 

La Opinión Austral pudo saber también que las autoridades de la aerolínea ya están trabajando en sanciones para los trabajadores de la empresa.

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