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El tango “Cambalache” se utiliza habitualmente para definir distintos aspectos de la sociedad argentina. La genial letra escrita por Enrique Santos Discépolo muestra, cruelmente, comportamientos y aspiraciones del argentino promedio.
Es un espejo que nos devuelve una imagen no grata, pero en la que lamentablemente nos sentimos representados.
“Y en el mismo lodo, todos manoseaos”, dice.
Esta es la devolución que el espejo le muestra hoy al gobierno de Javier Milei. Aparece manchado y sucio en el lodo de la corrupción, un aspecto central que altera el contrato con sus votantes. Y, para colmo, surge en plena campaña electoral. A una semana del gran test que será la elección bonaerense, previo a la contienda principal que es octubre.
El caso ANDIS y los audios de Diego Spagnuolo viene a confirmar, al menos para una buena parte de la sociedad, los trascendidos y denuncias públicas de corrupción en el gobierno desde que llegó al poder. Y se repiten nombres, como el de los Menem, pero esencialmente el de “la jefa” Karina Milei.
Hasta el próximo domingo no hay manera de conocer el impacto electoral de este caso. Pero lo innegable es que el Gobierno se quedará sin uno de los ejes que había elegido para diferenciarse del resto de los políticos.
“Venimos a acabar con la corrupción de la casta política”, decía el contrato, junto con la lucha contra la inflación y el déficit fiscal. Este escándalo ensombrece esa promesa. Y el caso ANDIS ya entró en la sociedad. La catarata de memes en las redes sociales, el terreno en que más fuerte se sentían los libertarios, muestran que ya es un territorio hostil. También muestra la feroz interna en el centro del poder libertario: Ya no aparecen los jóvenes que defendían en las redes al gobierno, su contraataque fulminante. No, las fuerzas del cielo están ausentes. Un silencio atronador.
En el Gobierno cayeron como un rayo los audios con la voz de Karina Milei en reuniones dentro de la Casa Rosada. “Es gravísimo”, dijo públicamente Manuel Adorni. Las sospechas y la búsqueda de los “topos” ya son parte de la cotidianeidad en el Gobierno. Y una pregunta central: ¿Qué más hay? ¿Qué más puede aparecer?
Las encuestas más recientes coinciden en que el Gobierno y Milei caen en su imagen positiva. Ya estaba ocurriendo antes de los audios de Spagnuolo. Este caso acrecentó la caída.
En principio, no se espera que el núcleo fuerte de los libertarios se vea afectado por este caso de corrupción, pero el temor se presenta ante la posible fuga del llamado “voto blando”. El desencanto de ese votante de Patricia Bullrich en la primera vuelta presidencial y que pasó casi en su totalidad a Milei en el balotage. ¿Se quedarán en sus casas? ¿Optarán por otras listas que no sean ni libertaria ni peronista?
Elisa Carrió dijo en una entrevista con Joaquín Morales Solá tiempo atrás: “Este gobierno es corrupto y ahí está involucrada Karina Milei. Pero la gente no lo va a ver hasta que empiece a andar mal la economía”, anticipó Lilita.
¿Llegó ese momento? El plan de Luis Caputo de llegar a octubre con el dólar y los precios controlados tiene costos muy altos.
Datos varios. El Banco Central informó que en julio -el último dato oficial relevado- los argentinos compraron 5.432 millones de dólares. Para encontrar un número más alto hay que ir hasta agosto de 2019, cuando Alberto Fernández derrotó a Mauricio Macri en las PASO. El sarcasmo de Caputo –“compra dólares, campeón”-, fue aceptado.
Los precios de los alimentos sufrieron en agosto un aumento del 3% y la inflación del mes subirá respecto de la de julio.
El Banco Central limitó aún más el margen de maniobra de los bancos y volvió a ajustar el cepo, dejando la sensación en el mercado que después de las elecciones de octubre la devaluación es inevitable.
El Gobierno insiste con que toda esta situación es por “el riesgo kuka”. También los audios de Spagnuolo y la corrupción en el ANDIS es “una opereta kirchnerista”. Intentó instalar el tema de la violencia del kirchnerismo en la campaña bonaerense. Pero nada de esto pudo borrar algo que ya está instalado en gran parte de la sociedad: la sospecha de corrupción en lo más alto del Gobierno.
Hoy Milei está en el mismo lodo que la casta.
El próximo domingo las urnas bonaerenses mostrarán que tan embarrado quedó.
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