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En el 57° Festival Nacional del MalamboBenicio González Alcántara (11) recibió una mención especial en el rubro Malambo Solista Menor.

Benicio nació en Buenos Aires y es hijo de Rodolfo González Alcántara, pampeano campeón 2012 de Laborde y Miryam Carrizo, santacruceña, juntos son directores de la Escuela E..d.Hu.C.Ar de Caleta Olivia, donde residen desde hace algunos años.

“Todo empezó cuando era chiquito y mi papá daba clases, siempre cuando había un tiempo de sobra le preguntaba si podía zapatear”, contó Benicio en radio LU12 AM680.

“Él desde niño está en pañales y botas, así ha sido su vida. Todo el tiempo me caían alumnos y en el espacio que había me decía: ‘¿Papi, puedo zapatear?'”, acotó Rodolfo.

Para representar a Santa Cruz, el niño debió superar primero la etapa de Pre Laborde y tras quedar seleccionado, se presentó en el festival que se desarrolló del 12 al 18 de enero.

“Si bien me dedico a preparar personas de todas las edades esto ha sido un desafío muy especial, preparar un hijo para una competencia de tanta envergadura como es el Festival Nacional es una gran bendición. ‘Beni’ ha enfrentado de una manera muy seria y muy disciplinada este camino, saliendo a entrenar, cuidándose en las comidas, él con sus compañeritos porque también participó en Cuarteto de Malambo”, agregó.

Santino Morales, Benjamín Rivas, Benicio y Ramiro Suárez, el Cuarteto de Malambo Menor.

En cuanto a la preparación, Benicio reveló su rutina que consistía en “trotar en las montañas, bajar a la playa a correr entre todas las piedras, meternos a los pozones, hacer tereré e ir ensayar”.

En Laborde, destacó Rodolfo que “para él también fue una locura porque se encontró en el Festival Nacional del Malambo con gente que lo recordaba de cuando tenía dos o tres añitos y ensayaba con mis alumnos, todos estaba super emocionados al verlo con 11 años en el festival y haciéndolo de la manera que lo ha hecho“.

“Estamos muy esperanzados con lo que se viene porque esta ha sido la primera vez para él y para nosotros como familia, para mamá Miryam y papá ‘Rodo’, más allá de ser los profes, ha sido muy conmovedor y él, disfrutándolo como un niño”, valoró.

Asimismo, reconoció que “aunque sabíamos que íbamos al Festival Nacional del Malambo íbamos totalmente ilusionados con conseguir determinados objetivos como pasar a la final, es como el mundial del Malambo. Al otro día cuando los resultados no fueron los que esperábamos, todos tuvimos nuestro momento de estar un poco mal. Más allá de que vos a un niño le digas que no pasa nada, el niño necesita masticar ese dolor por lo no conseguido, fueron unos minutos y al rato ya estaban jugando y preguntándome su íbamos a ir a ver la final”.

En este sentido, subrayó la importancia de que la experiencia sea comprendida como un aprendizaje. “Más allá de que todo ser humano que no consigue un objetivo siempre tiene un poco de dolor, eso es parte del aprendizaje y eso lo remarco todo el tiempo”.

“En nuestra escuela todo el tiempo intentamos recalcar los valores, el esfuerzo, el aprendizaje infinito, sin importar edades, ni premios acumulados se aprende todo el tiempo y lo único que hay que tener es la humildad para saber de que estás aprendiendo“, cerró.

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