Hace ocho años, la Escuela Tierra Mística de Pico Truncado recibía a uno de sus primeros alumnos varones. Amir Llemaldin tenía cuatro años y recuerda haber visto a algunas personas con vestimenta de malambo. “No sabía mucho y me dio curiosidad, al poco tiempo empecé a ensayar”, cuenta al suplemento Arte y Cultura de La Opinión Austral.
Cinco años después, en Río Gallegos, participaría del Pre Laborde, logrando la clasificación para representar a Santa Cruz en la categoría Solista de Malambo Infantil en el Festival Nacional Laborde 2020. “Nunca tuve nervios, estaba ansioso por ir, estaba re contento”, cuenta.
Así, también recuerda que Laborde le generaba “un poquito de miedo” porque se desorientaba ante la cantidad de gente que convoca el más argentino de los festivales.
Con apenas nueve años, Amir se convertiría en campeón nacional. “Cuando escuché Santa Cruz, me re emocioné, me re felicitaron. Estaba contento, llorando de alegría”.
A partir de allí, los profesores Noelia Barrionuevo y Germán Oyarzo comenzarían a trabajar con él, ya pensando en la próxima categoría: Menor.
Por segunda vez
En 2022 fue en busca de una nueva oportunidad y en el Pre Laborde clasificó nuevamente para representar a Santa Cruz, ahora con 12 años y en categoría Menor.
En la antesala, en noviembre, junto a Malena Godoy, campeona nacional Infantil, obtuvieron el segundo puesto en Pareja de Danza Tradicional Menor en el Campeonato Nacional de Malambo Femenino.
Días atrás, cuando volvió a pisar Laborde, comenta, “estaba contento, me puse a mirar malambo en mi categoría y ver cómo hacían los otros chicos. Estaba tranquilo”.
Al malambista de Pico Truncado el festival, la competencia y el escenario ya le eran familiares. Tras la presentación, cuenta, “sentí que me había ido bien, estaba re contento por participar de vuelta, ese día estaba re feliz”. Ahora quedaba esperar los resultados.
“Estábamos esperando la noticia del resultado y justo habíamos ido a comer a un restaurante, cuando nos estábamos por sentar, los mandaron. Estábamos buscando en la lista de Menores y cuando apareció Santa Cruz, fue una alegría pasar de vuelta, ya ni lo creía”, reconoce el pequeño que volvía a clasificar a la final.
Me siento orgulloso de llevar el nombre de Santa Cruz a Laborde
Desde Santa Cruz, su familia celebró la noticia. “Me felicitaron, me dijeron que zapateé re bien, que no esté tan asustado, que esté tranquilo. Estaban contentos por mí, me mandaron muchos besos y felicitaciones”.
El pasado sábado 14 tuvieron lugar las finales. Luego, nuevamente habría que esperar por los resultados. “Estuvimos todo el día esperando a que entregaran los premios, estábamos re cansados, re dormidos”, menciona.
Finalmente, cerca de las 06:30 del domingo, se premió a su categoría. “Había dormido un ratito, pero no podía descansar bien por la música y los guitarristas. Esa noche hacía frío, estuvimos sentados con tremendo sueño hasta que empezó la entrega de premios, cuando escuché ‘Santa Cruz’ me saqué la manta de encima, pegué un salto y se me quitó el sueño”, detalla el campeón.
Amir fue el único santacruceño en clasificar a la final. Horas después, ya emprendería el viaje de regreso a Santa Cruz, donde con una caravana lo esperaban para celebrar. “Cuando llegué se armó tremendo lío. Pusieron una bandera de ‘Campeón Amir’ en mi chata“, comenta.
Cuando escuché Santa Cruz, me saqué la manta de encima y pegué un salto
Por estos días, Amir está de vacaciones con su familia y descansa de los ensayos que le exigen de cinco a seis días a la semana. “El malambo me re encanta, principalmente por las mudanzas y el físico”, dice. Cuando regrese, volverá las clases de Tierra Mística e iniciará 7mo grado en la Escuela N° 52.
“Me siento feliz, estoy contento de tener de vuelta el primer lugar y orgulloso por llevar el nombre de Santa Cruz y de mi ciudad, Pico Truncado. Ojalá el año próximo poder tenerlo de vuelta”, anhela sobre su participación, para cuando cumpla 14 años, en Solista de Malambo en categoría Juvenil.
Amir no olvida agradecer “a la gente que me compró los numeritos para ir a Córdoba, eso me ayudó mucho. A todos los que me apoyaron y que creían en mí, a la gente de Gallegos que me estuvo haciendo el aguante, a mis músicos, Adrián Bustamante de Caleta Olivia y Mauricio Manrique de San Juan que me hizo los punteos, estaba en Cosquín, pero al final se vino conmigo, y a mis profes por llevarme a la cima“.
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