Bettina Muruzábal nació el 30 de abril de 1967 en Puerto San Julián, a cuatro cuadras del prostíbulo La Catalana, donde Consuelo GarcíaÁngela FortunatoAmalia RodríguezMaría Juliache y Maud Foster se negaron a brindar servicios sexuales a los soldados que fusilaron a los obreros de las Huelgas Patagónicas.

A los 15 años leyó “Los Vengadores de la Patagonia Trágica”.

“Siendo secretaria de Extensión de la Unidad Académica San Julián de la UNPA, pude entrevistar a Osvaldo Bayer, me comentó que fue uno de los que colaboró en la película ‘La Patagonia Rebelde‘ y que la película iba a tener el cierre con el episodio de ‘Las Putas de San Julián’, pero que por miedo a que fueran censurados evitan ese final poniendo el que tiene en la actualidad, finalmente esa película fue censurada”, recordó al suplemento Arte y Cultura de La Opinión Austral.

“Creo que con el tiempo Osvaldo Bayer fue reflexionando y cuando tuvo otra oportunidad, que fue en el documental ‘Las calles’, bajo la dirección de María Aparicio de 2016, dice: ‘Esas cinco mujeres la pagaron muy caro, vino la Policía, las detuvo, las metieron en un calabozo muy pequeño y cada dos horas les tiraban baldes de aguda fría para que no durmieran, las torturaron bestialmente. Estuvieron varios días ahí tiradas y finalmente las expulsaron de San Julián, dos de ellas fueron a parar a Río Negro y las otras tres a Ushuaia'”.

El proyecto de producción artística de “Lenguas de fuego homenaje” lo inició en la Muestra “Para Todes, Tode” del CCK de marzo de 2020.

Posteriormente, Bettina revisó el tema, la obra y reversionó la instalación que se presentó en el Encuentro Artístico Alzamos la Voz que se realizó en el último #25N en la UNPA-UARG.

“A través de mi investigación, puedo constatar que las homenajeadas fueron torturadas, fue una de las discusiones que hemos tenido aquellos que estamos en esta temática”, señaló.

La instalación está compuesta con flores disecadas, escobas y palos, telas, la cita de Osvaldo Bayer y las imágenes de “las putas”. “Me vi en la obligación de trabajar con las fotografías documentales de época que no dejan de ser, en muchos casos, las de los prontuarios, allí hay violencia porque están los sellos de la Policía sobre los rostros de estas mujeres”, explicó.

Eligió hacer una analogía con el paisaje. “En la primera edición del libro dice que no hubo una sola flor en las tumbas de estas mujeres y pensé enseguida en lenguas de fuego, porque son rojas y ellas los jueves se vestían de rojo y además sus lenguas fueron filosas, fueron valientes, fueron únicas, fueron lenguas femeninas y esto les podría haber costado la vida. Se entiende que se salvaron porque no fue informado a Buenos Aires. Fueron las únicas que alzaron la voz y dijeron lo que había que decir: ‘Asesinos’, estaban en un estado de gran vulnerabilidad. También fueron presos los de la banda del prostíbulo, pero los soltaron antes porque los necesitaban, lo dice Bayer, para los actos del pueblo”.

“Me gustaría que algún día en San Julián existiese un museo con su historia, sería muy distinto a todos los existentes respecto a las huelgas del 21, por la participación de las mujeres, tan honesta, tan ética”, manifestó y destacó que “hicieron de un hecho privado algo público. Me emociona y más aún cuando pienso que fue en San Julián“, expresa.

La muestra se inaugurará este viernes a las 19:30 en la Residencia Universitaria Antiguo Hotel Colón en Puerto San Julián y permanecerá en exhibición hasta el viernes 3 de marzo, de lunes a viernes de 08:00 a 13:00 y de 17:00 a 22:00.

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