El “Ciudad del Centenario” le daba la bienvenida a las máximas categorías del automovilismo nacional en 2001 y Rubén “Tano” Salerno fue uno de los presentes en aquella primera visita del Turismo Carretera a la capital de Santa Cruz. Casi dos décadas después, el expiloto de Lomas de Zamora llegó a La Opinión Austral y declaró: “Terminábamos el año acá y era una incógnita venir a un circuito que no conocía nadie. Personalmente anduve muy bien, afloraron los recuerdos cuando pise este suelo”.
Actualmente, el “hombre TC” atraviesa distintos proyectos y afirmó: “Siempre sigo ligado al automovilismo, más de arriba y no abajo. Me costó bajarme del auto de carrera”.
Precisamente esa visita mencionada al actual autódromo José Muñiz, se trataba de la última jornada del 58° Campeonato del TC que vivió la definición entre Guillermo Ortelli y Omar Martínez en el trazado local. “Fue un circuito que no benefició al Gurí (Martínez). Me retenían por radio para no complicar a Guillermo (Ortelli), porque él peleaba el campeonato”. En esa 16° fecha, Salerno finalizó en la cuarta posición. “Ese año anduve muy bien, fue una alegría grande”, compartió el bonaerense.
Rápidamente valoró la labor llevada acabo en el escenario riogalleguense para recibir a la categoría: “Se trabajó mucho acá para recibir al TC, no tengo dudas que estuvieron a la altura de las circunstancias. El trazado era hermoso para manejar. Fue un éxito esa carrera“. Puntualmente, destacó la disposición del escenario: “Es un circuito muy técnico, no tanto de velocidad final sino de andar bien con el chasis”. Y siguió: “Se forma una sola calle. Se arma una tierrita donde no pasan los autos, por eso eran difíciles los sobrepasos teniendo en cuenta la adherencia”.
De inmediato, el actual miembro de la Comisión Asesora y Fiscalizadora (CAF) de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC), se ilusionó: “Ojalá vuelva el automovilismo grande a Río Gallegos”. Además contó de que trata su nueva posición en el deporte motor: “Soy una especie de juez juzgando las maniobras de los pilotos”.
Actualmente, la ACTC agrupa las competencias del TC, TC Pista, TC Pista Mouras, TC Mouras y TC Pick Up. En relación a ello, Salerno soñó: “Traer las camionetas del TC Pick Up a Río Gallegos sería una explosión. Imagínate con todas las camionetas que hay acá en el sur argentino, la convocatoria es fantástica. Los sueños se dan, hay que trabajar para poder concretarlo”.
Experiencia TC
En la actualidad Salerno forma parte de un proyecto que lleva ese nombre, cuenta con dos autos de Turismo Carretera para ofrecer la chance al público general de subirse a una maquina de competencia. “Traspasamos la pasión a la gente, llevándolos de acompañante”, expresó. De la misma manera, explicó: “Hacemos promoción en la zona, se trata de compartir toda una jornada con charlas y cámaras. Intentamos hacer conocer el secreto del manejo y que puedan sentir un poquito lo que vivimos durante tantos años. Hasta le agarramos la mano al que va al lado y le hacemos pasar los cambios”.
La idea del -además- actual vicepresidente de Los Andes tendría al José Muñiz en los planes: “Nos entusiasmamos mucho y seguro que lo vamos a hacer. Ojalá podamos agrupar varios autódromos y amortizar la logística. Te llena de felicidad ver las caras de la gente. En las últimas oportunidades se acercaron muchas familias”.
Eterno amor
Arrancó a partir de la pasión de su hermano mayor Francisco (6 años mayor que él), quien aseguró que una vez que naciera su primer hijo iba a dejar el deporte. Por eso, tras el nacimiento de su sobrino en agosto de 1978, el “Tano” arrancó su historia: “Él corría en Monomarca Citroën 3CV y yo lo ayudaba. una vez llevé el auto al autódromo, lo llamé y me dijo que no venía. Ahí arrancó mi carrera”.
El de Buenos Aires escribió sus primeras líneas en el TC a partir del 86′: “En el 82 empecé a armar mi TC, me demoré cuatro años y arranqué a correr. A partir de ahí, 23 temporadas ininterrumpidas hasta el 2008″. Salerno, hincha confeso de Dodge, corrió con las cuatro marcas (Ford, Chevrolet y Torino). “De 265 carreras, hice 180 con el mismo auto”, sumó. Justamente fue una máquina que arrancó en el 86′ y finalizó su actividad en el 2008. “Arranque con barra de torsión y elásticos atrás. Terminé con espirales y en el Súper TC 2000 con un V8 de última generación”, comentó.
Al rato, el “Tano” compartió y se rio con su particular record: “Tengo 276 carreras del TC y no gané nunca (risas). Pero bueno, gané seis series y estuve dos veces en el podio. Viendo los recuerdos, veo que salí campeón muchos años. Estoy orgulloso de lo que hice en el automovilismo. Porque el TC te acerca a la gente, no salí campeón y me conoce todo el mundo. No sólo hace falta éxitos en los resultados, sino comunicarle a la gente la pasión que vos tenés”.
“El piloto no se retira nunca”, asegura el hincha del “Milrayitas”. Por eso en la actualidad, se encuentra ultimando detalles para correr en Daytona con los autos clásicos. “Vamos a correr con un Porsche. Estamos palpitando eso con los muchachos. Tratamos de hacer lo que nos gusta”, enunció.
Deseo
En tiempos donde llueven los recuerdos de Argentina en la F1 con la reciente partida de Carlos Reutemann, Salerno compartió: “Que lindo sería tener un piloto argentino en la Fórmula 1. Por estos días, fijense cómo se vivieron los Juegos Olímpicos. Los argentinos vemos cualquier deporte, por lo que uno defiende es la bandera. Hay que apostar al deporte, que es muy importante para la sociedad”.
En relación al fallecimiento del santafecino y el piloto argentino más exitoso de la máxima categoría del automovilismo deportivo después de Fangio, contó: “Me ponía más nervioso cuando veía a Reutemann correr, que cuando me tocaba competir a mí. Era ídolo de mi generación. No sé si se valoró tanto en el país, fue un grande está entre los mejores 20 pilotos de todas las épocas. Sigo muy dolido”.
Familia
Con respecto al accidente de su hijo, Eugenio, en una competencia de TC Mouras en La Plata el 10 de mayo de 2010, indicó: “Estuvo muy grave, siete meses en terapia. Está en estado de conciencia mínima, bien físicamente pero quedó con un problema neurológico grande”.
En la actualidad corre otro de sus hijos, Alessandro, quien se desempeña en el TC Pick Up. “Es una familia llena de automovilismo. Nos ha sacado y dado, pero es más los que nos ha dado. Estamos felices, al parecer es algo que se transmite en la sangre”, sostuvo.
Sueño
“Mirá si un día me saco la lotería, me compro el terreno y lo hago”, declaró. Inmediatamente compartió con La Opinión Austral un anhelo que arrastra hace años: un circuito propio. Precisamente se refirió a hacer un trazado como los semipermanentes en los cuales él condujo en su campaña durante una década, entre 1986 y 1997. “Nosotros corríamos en la ruta, largabas de a dos y no sabías quien venía segundo si no tenías la radio”.
Al instante, manifestó: “Sería lindo contar con ese semipermanente, aunque sea una vez al año durante la temporada. Una fecha que se largue por tiempo. Pero bueno, son sueños”.
La mejor
El “Tano” no se cansa de destacar el valor del Turismo Carretera para la historia de este país y por eso aseguró: “Es la categoría más popular y la mejor del país, todos los pilotos quieren estar y hoy está mejor que antes de la pandemia. El TC está en la historia nacional y es la sociedad misma, se ha convertido en leyenda. Crecimos los domingos escuchando las carreras por radio”. Volviendo décadas atrás, Salerno cerró: “Estuve en esa historia, al lado de muchos grandes”.
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