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Un grupo de vecinos y vecinas de la localidad de Caleta Olivia se reunió afuera del edificio de la Cámara Criminal para solicitar que le den arresto domiciliario a un interno que se encuentra alojado en la Alcaidía. Se trata de Jonathan Casas, un hombre de 30 años que padece diabetes tipo 1, es insulinodependiente y se encuentra privado de su libertad hace siete meses por un hecho del robo en el que estuvo involucrado en el año 2017.

“Le está costando su vida”, dijo Guadalupe Martínez en diálogo con La Opinión Austral. La joven, que es parte del Partido Obrero (PO), contó tenían intenciones de hacer una petición de una audiencia con el juez de cámara, el doctor Pablo Olivera, encargado de la causa. “El contexto de encierro está trayendo consecuencias a su cuerpo, las cárceles no son hospitales y la diabetes es una enfermedad emocional, él sufre de depresión y con eso siempre tiene la azúcar alta”.

Asimismo, reclamó que “el juez lo que responde es que no es una enfermedad terminal, pero si él no tiene el cuidado adecuado que tendría que tener un dependiente de insulina o un enfermo crónico, termina siendo terminal de cualquier modo porque va afectando totalmente su cuerpo. Si no hay buena circulación en la sangre le pueden apuntar la pierna o cualquier cosa y si tiene un corte también tiene que tener un cuidado específico. O sea, para todo lo que es, tiene que tener un buen cuidado”.

Finalmente, Martínez apuntó que su pareja tuvo un cambio significativo en su manera de ser y en su comportamiento con la sociedad desde el 2019. “Se organizó en el PO y ha cambiado totalmente su vida, tenemos en común una hija de cuatro años, tuvo intenciones de seguir estudiando, siempre hizo changas aparte de llevar adelante su responsabilidad en un plan social que hacía en el barrio Miramar, los vecinos lo conocen y saben que cambió”.

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