La ciudad de El Gorosito está afrontando otro serio problema de contaminación ambiental por la acumulación de residuos urbanos, ya que numerosos trabajadores municipales del servicio de Recolección iniciaron hace una semana un paro de actividades. Además, retienen en su base operativa cuatro camiones compactadores y ayer se negaron a liberarlos, pese a ser intimados mediante un oficio judicial.

* Corresponsalía Caleta Olivia

La notificación, surgida de una denuncia formulada por el Departamento Ejecutivo, se hizo llegar a media mañana a través de una comisión policial, pero decenas de trabajadores, cuyo número en esos momentos era de medio centenar, se negaron a acatarla.

Aseguran que los que se hallan de huelga son alrededor de 140, pero el intendente Facundo Prades, a través de un comunicado de prensa, sostuvo que los activistas no superan la docena y que están perjudicando a toda la sociedad, ya que el operativo de emergencia que se instrumenta para estos casos no alcanza para cubrir el servicio público.

Los huelguistas fundamentan la medida de fuerza en las promesas incumplidas del jefe comunal, que consistían en posibilitar la recategorización del personal de ese sector, integrado tanto por agentes de planta permanente como contratados y de planes sociales.

A los primeros, según dichos de los propios trabajadores, les había prometido módulos más altos (rangos del escalafón a los contratados pasarlos a planta y a los de planes sociales mejorarles sus ingresos económicos.

Por otra parte, negaron rotundamente que hayan provocado daños a los camiones tal como lo denunció el intendente, e incluso dijeron que una de las unidades está inactiva desde hace un año por falta de reparaciones.

Además, le recriminaron que hace aproximadamente dos años, cuando hubo una huelga general en el ámbito de la comuna, dispuesta por el SOEMCO, el sector Recolección fue el único que no se plegó y fue precisamente cuando Prades les prometió las recategorizaciones.

La acusación del intendente

Por su parte, el intendente acusó públicamente a los recolectores huelguistas de provocar destrozos en los camiones compactadores y además comenzó a lidiar con el SOEMCO que, por separado, le exige un incremento del 42% para todo el personal de planta permanente, teniendo en cuenta que los salarios de los municipales caletenses están congelados desde hace casi tres años.

Sobre este último punto afirmó que la comuna no tiene los recursos económicos suficientes y por lo tanto su prioridad es “mantener los puestos de trabajo”.

Además, según sus dichos difundidos a través de un parte de prensa, las recategorizaciones reclamadas “se van haciendo por diferentes lugares como corresponde y de acuerdo a las posibilidades de la Municipalidad con sus ahorros”.

En consecuencia relativizó la protesta de recolectores, afirmando que la misma se gestó por “una decisión que tomaron 11 ó 12 personas que tienen menos de 4 años en la Municipalidad” y “están cometiendo un ilícito como lo es retener los bienes municipales”, algo que perjudica a la sociedad en su conjunto.

También advirtió que “quienes no estén a gusto en el sector pueden dar un paso al costado” ya que el Departamento Ejecutivo no va a contemplar maneras de actuar que sean “extorsivas y violentas”.

EN ESTA NOTA camiones recolectores

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