El hallazgo tuvo lugar en la formación La Colonia, en la provincia de Chubut, y fue reportado en la revista científica Historical Biology.
Los paleontólogos Diego Pol y Augusto Pérez Moreno expusieron en la cuenta de X de Conicet Dialoga las características del Titanomachya gimenezi encontrado, que se infiere pudo haber pesado 7 toneladas y vivió hace 66 millones de años, en el período cretácico, casi antes de la extinción por la caída de los meteoritos y podría ser el último.
Explicaron luego a Página 12 que “participaron 10 personas en la extracción porque tuvieron que embochonar o recubrir los restos con camisas de tela de arpillera y yeso para protegerlos antes de su traslado a los laboratorios del MEF“, indicó en el sitio web de Conicet Agustín Pérez Moreno, becario posdoctoral del organismo nacional en el MLP y primer autor del trabajo.
Señaló que, a pesar de estar representado por elementos de las extremidades, el ejemplar exhibe características únicas para un titanosaurio del Cretácico Superior.
Indicó asimismo importancia evolutiva se advierte en la morfología del astrágalo –hueso responsable de distribuir la fuerza procedente de la tibia en el interior del pie– nunca fue vista antes en otros titanosaurios, y los rasgos intermedios entre los linajes Colossosauria y Saltasauroidea.
Y afirmó que estudios filogenéticos revelaron que precisamente es miembro del gran linaje de los Saltasauroidea.
Museo de La Plata
El equipo de investigadores del Conicet realizó una campaña en el Museo de La Plata, de la Universidad Nacional de La Plata, y el Museo Paleontológico Egidio Feruglio (MEF), de Trelew.
Luego se sumaron profesionales del Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología (IIPG, CONICET-UNRN) al momento de las excavaciones y la recuperación de elementos de los miembros anteriores y posteriores, fragmentos de costillas y una vértebra caudal.
El proyecto, financiado por National Geographic, se llama “Fin de la Era de los Dinosaurios en Patagonia” y enfoca todos los aspectos biológicos y ecológicos de la época de desaparición de los dinosaurios no avianos.
Se trata del segundo ejemplar que apareció en La Colonia de Chubut y no le alcanzaría ni al cuello del Patagotitan mayorum cuyo hallazgo fue declarado en 2021, que mediría unos 40 metros de largo, con un cuello de 12 metros y pesaría como 70 toneladas.
Este Titanomachya gimenezi habitó la Patagonia durante el Maastrichtiano, la última edad del periodo Cretácico.
Se lo denomina gimenezi en homenaje a Olga Giménez, quien fue la primera paleontóloga en estudiar los dinosaurios de Chubut.
Según lo declarado por ambos investigadores, es este el comienzo de una serie de descubrimientos que tendrán lugar en la formación chubutense La Colonia, con nuevas especies de dinosaurios, que junto con reconstrucciones paleoecologías y ambientales irán completando el mundo en el que los gigantes se desarrollaron y se extinguieron.
Según Pérez Moreno, el titanosaurio “se erige como un descubrimiento intrigante que añade una nueva perspectiva a la rica historia de los dinosaurios saurópodos de la Patagonia durante el Cretácico Superior“.
Descubrimientos previos
El año pasado se había encontrado el cuerpo casi completo de un Inawentu oslatus, titanosaurio que vivió hace 86 millones de años, cuyo origen responde al Cretácico Superior de la Patagonia. .
Fue en el área conocida como La Invernada, ubicada en Rincón de los Sauces, provincia de Neuquén, y reportado por Leonardo Filippi, investigador del CONICET en el Museo Municipal “Argentino Urquiza”, además autor principal del trabajo publicado por la revista Cretaceous Research.
Dos años antes, fue encontrado el dinosaurio titanosaurio, perteneciente a la familia de los saurópodos, de cuello extremadamente alto y cuya presencia se daba mayormente en América del Sur, según especialistas del Conicet.
En ese sentido, el Patagotitan mayorum, que hasta ahora es considerado el dinosaurio más grande, también proviene de la familia de los saurópodos.
El informe presentado por la revista Cretaceous Research revela “un saurópodo titanosaurio gigante de la Formación Candeleros de Neuquén, compuesto por una secuencia articulada de 20 vértebras caudales más anteriores más 4 posteriores y varios huesos apendiculares”.
En La Colonia aparecieron diversos fósiles, desde dinosaurios carnívoros y plesiosaurios hasta tortugas y otros reptiles, que muestran la diversidad de los ecosistemas de la región en aquellos tiempos.
Por entonces, esos ambientes estaban dominados por estuarios o albuferas. Es decir, que su entorno contaba con una variada flora que incluía palmeras, plantas acuáticas con flores y coníferas. (NA)
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