La matanza de pingüinos en Punta Tombo, provincia de Chubut, generó gran repercusión y repudio a nivel nacional tanto por la sociedad en general como en las autoridades vinculadas especialmente al medio ambiente, quienes de inmediato intervinieron en el caso para investigar fehacientemente quién fue el responsable de tal inconsciente ataque a la fauna patagónica.
El primer paso a dilucidar en este caso, entonces, es determinar que ocurrió en el establecimiento “La Perla“, y poder identificar a los autores materiales de haber abierto una traza que equivale a siete cuadras de longitud, con una máquina retroexcavadora que se presume habría aplastado a más de un centenar de nidos de pingüinos de Magallanes.
La inspección que hizo el último jueves en el lugar de los hechos, con la presencia de funcionarios del Ministerio de Ambiente de Nación, representantes de organismos como Cenpat-Conicet, con la participación de biólogos, geólogos, paleontólogos, y especialistas en movimientos de suelo, será fundamental para comenzar la investigación.
Los baqueanos de la zona apuntan a que el camino y el alambrado son muy recientes, de hace pocas semanas, por su experiencia en la observación del suelo de la zona. Eran notorias las huellas frescas de las ruedas de la máquina, los montículos de tierra recién removida con las plantas arrancadas aún sin secarse, y las varillas recién pintadas del alambrado, señalaron fuentes al diario ADN Sur.
Ahora, además del informe sobre el impacto en la población de los pingüinos y las pericias de los geólogos y especialistas en suelos, que va a determinar una fecha muy aproximada de la apertura del camino, el nuevo aporte que se sumará a la causa es la utilización de imágenes satelitales.
Fue una propuesta que partió de los representantes del Conicet a nivel nacional, que cuentan con un equipo de astronomía que trabaja en conjunto con la NASA, y que ya se entrevistaron con la misma fiscal Florencia Gómez.
En ese encuentro, le informaron a la fiscal de la existencia de un satélite que pasa exactamente por esa zona de Punta Tombo cada cinco días, por lo que es posible hacer un rastreo hacia atrás en el tiempo, para determinar el día en que se hizo la apertura del camino y la instalación del alambrado.
Según explica el informe de ADN Sur, esto es así porque el satélite toma toda la información del lugar con imágenes, y si se marca el sitio preciso, posicionando los grados de latitud y longitud, se puede determinar con exactitud la fecha en que se hizo la obra.
Las sanciones penales y civiles dependen de qué tan certeros sean los datos, ya que no es lo mismo haber hecho el camino en invierno -cuando no hay pingüinos ni pichones- que haberlo construido en octubre o noviembre, en medio de la temporada donde los pingüinos ya están en la colonia.
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