Asfixiada por la crisis económica, Noemí “Ely” Schlebusch, una madre de Comodoro Rivadavia, decidió organizar un sorteo para recaudar fondos y costear los gastos del tratamiento de su hijo Gean. Sin embargo, el plan se vino abajo cuando dos personas que se habían ofrecido a ayudarla desaparecieron con la plata de más de 50 rifas. “De corazón, vengan a decirme si las vendieron o no”, reclamó angustiada en su cuenta de Facebook.

La noticia despertó el repudio generalizado no sólo porque la plata iba destinada a la compra de un suplemento especial y pañales sino también por la inescrupulosa actitud de los estafadores. “Me mandaban mensajes diciéndome que ya habían vendido todas las rifas y que me iban a traer el dinero”.

 

 

 

“Esto me pasa por confiar siempre”, se lamenta Noemí que pese las circunstancias se muestra dispuesta a perdonarlos. “Si tuvieron que usar la plata por algo no tengo problema en que me digan porque sé lo difícil que esta todo cada día porque lo sufrimos con mi familia”.

 

 

 

“Estoy muy triste porque era para mi hijo. Igual Dios los bendiga”, expresó y siguió: “Me podrían haber hecho saber que no pudimos vender o algo. No hay problema. Encima la gente que les compro rifas no pudieron participar”.

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