La localidad petrolera vive las horas más críticas desde la llegada del COVID-19. Hay cientos de pacientes con el virus activo, sólo en septiembre murieron 39 personas y en las camas de terapia intensiva de hospitales públicos y clínicas privadas ya no ha más lugar. “Hay personas que fallecen en la guardia o en su casa”, expresó la titular del área de Salud.

 

 

“Tener tanto personal de salud con baja por contagio o aislamiento y  guardias llenas de pacientes sin poder recibir nuevos, ya muestra una situación de colapso, angustia y ya no se puede esperar más para retroceder de fase”, insistió Monasterolo. “Trabajamos con cama caliente. En cuanto sale un paciente sube otro. La ocupación hoy es completa”.

 

 

“El fin de semana fue muy difícil porque estuvieron las guardias colapsadas. Muchos pacientes internados en guardia esperando a que se liberara una cama para poder subirlos a piso o a la terapia”, relató. “Estamos llegando a los 2 mil casos activos. Para nosotros es muy duro y doloroso, los equipos de salud están muy agobiados”.

 

 

Luego de asegurar que hace más de un mes solicitan el retroceso de fase, la titular del Área Programática se mostró escéptica con las medida de restricción de circulación por DNI. “No creemos que se haya logrado el objetivo. No hemos visto una reducción sustancial, que es lo que necesitábamos para evitar el colapso y evitar el modo en que está circulando el virus”.

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