La emblemática figura de una de la artes marciales orientales más difundidas en Argentina arribó a Caleta Olivia para evaluar a niños y jóvenes de escuelas e institutos de la especialidad que funcionan en Santa Cruz, Tierra del Fuego y Chubut. Es nada menos que Sebastián Crismanich, el correntino que en los JJ.OO de Londres 2012 ganó una medalla de Oro.
* Corresponsalía Caleta Olivia
Quienes siguieron su trayectoria rememoraron aquel histórico y difícil combate en la final olímpica, cuando a pesar de estar lesionado le ganó ajustadamente al español Nicolás García Hemme, quien había sido dos veces campeón mundial en la categoría de hasta 80 kilos.
Habían pasado 64 años desde que Argentina lograra otra medalla de Oro individual, cuando Delfo Cabrera ganó la maratón en 1948, por coincidencia en los JJ.OO que se disputaron ese año en la misma capital británica.
Ahora, con 31 años, Crismanich dirige la Federación Correntina de TKD y llegó a Caleta invitado por la Asociación local Guk Do Wan que preside Eduardo Galarza y tiene como instructores a “Tito” Maldonado, Verónica Zulpa y Eduardo Walter.
Lo hizo acompañado por Giovanni Baeza, miembro del equipo técnico del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) y ambos se encuentran llevando adelante un programa de búsqueda de nuevos talentos en todo país, algo que fue avalado por el Comité Olímpico Argentino.
El viernes por la tarde lo recibió en su despacho el intendente Facundo Prades, quien le hizo entrega de un escudo de la ciudad y en la ocasión dijo que era reconfortante mantener frecuentes contactos con chicos que practican el TKD y sueñan con llegar lejos, en lo posible participar en olimpíadas.
“La idea es motivarlos -al igual que a sus entrenadores-, intentando encontrar a los más destacados para ir formando una especie de inferiores de la Selección Argentina de Taekwondo, de esta manera se pueden lograr objetivos en algo que muchas veces comienza como un juego”, expresó.
El dilema de las federaciones
Crismanich es un referente de la Federación Mundial (WTF) de este deporte, que es la que está habilitada para participar en JJ.OO y, consecuentemente, la misma mantiene una fuerte discrepancia con la Federación Internacional (ITF lo cual genera una gran división en el ámbito de este arte marcial que surgió en Corea allá por 1957 y por impulso de general Choi Hon Hi, legado que es reconocido por las dos Federaciones a pesar de las divisiones.
En el curso de los últimos años hubo intentos de unificación, pero las relaciones siguen enfrentadas y por ello este medio le preguntó a Crismanich cuáles consideraba que son los motivos de la discordia.
El campeón olímpico no se esperaba esta pregunta, pero no rehuyó a contestarla y explicó que todo se debe a un problema de orden político que tiene su génesis en lo que hoy es Corea del Norte, a lo que luego se sumaron intereses económicos.
Así planteada esta situación, que también repercute en la Argentina, entendía que hoy por hoy “es muy difícil la unificación” y, a su criterio, gran parte de la responsabilidad la tienen los referentes mundiales de la ITF que no quieren perder “un negocio muy grande” que les representa este deporte.
Dejó también en claro que ello no significa que los practicantes nucleados en la WTF representen a una élite, porque también hay excelentes taekwondistas enrolados en la ITF, más allá de las diferencias metodológicas sobre técnicas y organización de eventos.
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