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Desde siempre la historia nos mostró que las primeras instituciones de la ciudad nacieron de aquellos equipos de fútbol que militaban en el patio del Colegio Salesiano en las primeras dos décadas del siglo veinte, y el Hispano Americano no fue ajeno a esta cuestión.

Con la anuencia del padre Crema, sacerdote de la congregación amante del fútbol, abrió las puertas del colegio a todos aquellos que quisieran jugar a la pelota y se formaron muchísimos equipos como el Bristol, en Neptuno, el Belgrano, el Olimpia, el San Martín y tantos mas que cada fin de semana se jugaban lo suyo en el patio del colegio.

De allí nació el Boxing Club en 1920 de la mano de los chicos del Belgrano, y cinco años después nacía el Hispano Americano de la mano de los del Olimpia, como recordaría el diario La Voz del Pueblo del 17 de diciembre de 1950 …” el 17 de diciembre de 1925 un grupo de personas jóvenes entusiastas integrantes del club Olimpia de aquellos tiempos, resolvieron formar un club que lo9s represente en la Liga de fútbol local, y así se formó el Hispano Americano…”

“…la vida del Hispano Americano a través de infatigable lucha por el engrandecimiento del deporte el general revela el prestigio alcanzado por la entidad en nuestro territorio y en la vecina localidad chilena de Punta Arenas…” enfatizaba el diario al recordar los primeros 25 años de la entidad.

El uso de la cancha

Salen a la luz papeles amarillentos por los años pero más que elocuentes que conforman el espíritu formativo de los celestes con una copia del expediente 137 Letra A del 12 de noviembre de 1923 que acota textualmente:” Al Señor Presidente del Honorable Consejo Municipal Doctor Bartolomé Pérez , Ramón Gómez en su carácter de presidente y Juan Hilarión Lenzi en la secretaría del club Olimpia, con fines sportivos presentados respetuosamente ante el Señor Presidente exponemos, que hemos sido autorizados por el club en cuya representación nos presentamos para concurrir ante esta Municipalidad peticionando se nos conceda permiso para que el club a sus fines sportivos pueda hacer uso de la manzana 188 cita entre las calles General Mitre, Gobernador Mayer, Buenos Aires y 25 de mayo de ésta ciudad y que se encuentra en estado de abandono, la que cercaremos por nuestra cuenta y oportunamente si los fondos del club lo permitiese, levantaremos tribunas para presencia del público y los socios, los juegos a desarrollarse en la misma…”

Tratándose de un terreno fiscal, exento de ocupantes y en atención al loable propósito que entraña este pedido, tenemos la convicción de que el Señor Presidente ha de acceder al mismo, cooperando así con nuestros ideales a la vez que produciendo a la ciudad un mayor adelanto.”

“…Nuestro club no tiene inconvenientes en abonar mientras ocupe la manzana, los impuestos que a la misma puedan corresponder, por más que sería del agrado de los socios poder ingresar en sus fondos de reserva la mayor cantidad de dinero, para el mejor desarrollo de sus fines…”

Hacemos presente que nos comprometemos desde ya y sin ningún trámite a hacer abandono de la citada manzana si en Ministerio de Agricultura resuelve adjudicar o alquilar a otras personas.”

“Dígnese el Señor Presidente acceder a nuestro pedido, en atención a las razones expuestas.”

En el mismo documento un poco más abajo se puede leer un párrafo escrito a mano que dice : “Concédase a título precario”.

El club Olimpia ya tenía su terreno y dos años después, en 1925, pasaba a llamarse Asociación Club Hispano Americano, por lo que el campo de juego actual y el natatorio celeste, están incluidos en este predio, “heredado” del club Olimpia de 1923.

La sede social

Si bien la primera sede que estaba ubicada en Roca 980 desapareció en el incendio de 1926, curiosamente en el debut de los bomberos voluntarios del Boxing Club, la Casa España en la vereda de enfrente albergo por un tiempo a los celestes pero se hacía necesario encontrar un lugar y después de un tiempo, pasaron a ocupar un local que se encontraba en Alcorta y Chacabuco, donde se reunieron durante varios años.

Ya en 1946 se unen a la Sociedad Italiana que ocupaba el local de mampostería de la calle Alberdi, y al poco tiempo cuando los italianos abandonan la idea de darle continuidad a su organización, los celestes reclaman para sí el lugar, lo que es concedido por el Consejo Municipal y que se inaugura el 2 de noviembre de 1946, a 21 años de la fundación del club.

Siempre con el mismo empuje y decisión, construyeron inmediatamente una cancha de básquetbol de piso de cemento en la parte trasera del edificio, la que fue utilizada permanentemente porque la cancha de la Avenida San Martín no se usaba más debido a que el predio pertenecía al Ministerio de Educación de la Nación (frente a la Plaza San Martín).

Con el tiempo las distintas comisiones trabajaron para darle forma a la idea de levantar un gimnasio en ese lugar, lo que se concreta y se inaugura el 21 de diciembre de 1962 colocándole el nombre de un fanático del club como lo fue “Tito Wilson” y nació uno de los principales gimnasios del centro de la ciudad.

Un esfuerzo inconcluso

Continuando con la necesidad de ampliar su infraestructura, comienzan a construir en el predio interno y en un terreno aledaño donde levantan un edificio de tres pisos, que finalmente al ser inspeccionado no puede ser habilitado debido a su estructura precaria que no permite mucho peso, motivo por el cual lo que se da en llamar “el elefante blanco” queda inutilizado incluso hasta l fecha en sus pisos superiores.

En el piso inferior done se iba a instalar una pileta de natación y en el medio con un gimnasio muy espectacular, todo quedó cerrado para la historia, ocupándose el piso inferior donde hoy se encuentran locales comerciales y hasta un restaurante de comidas rápidas, mientras que en la parte trasera, todo el terreno se une al gimnasio “Tito Wilson” y allí el club construyó un gimnasio alternativo que tiene permanente uso en la actualidad y que fue inaugurado el 27 de abril de 1997.

La pileta de natación

Con todo el empeño y la voluntad puesta de manifiesto en el esfuerzo colectivo, los celestes inician en el terreno aledaño a la cancha de fútbol, la construcción de un complejo espectacular que les llevó un buen tiempo, dada la calidad del terreno y con la experiencia que les dejara el “Elefante Blanco” había que asegurar una obra de ese tamaño, motivo por el cual el entierro de los pilotes que aseguraron la obra fue un comentario y observación de muchos vecinos de la ciudad durante el tiempo que llevo construir las bases, pero finalmente con todo dispuesto, el natatorio se inaugura finalmente el 28 de mayo de 1978, donde además cuenta con espacios alternativos en la parte inferior para el desarrollo de otras actividades.

Luego se construiría otra pileta más y se cerraría el sector de la confitería, donde por algunos años se concesionó como restaurante y hoy es para actividad del club y de sus asociados, más los usuarios del natatorio celeste.

La chacra de Río Chico

La chacra de Río Chico fue en un principio obra del recordado primer gobernador del territorio Juan Manuel Gregores, y luego de algunas concesiones que no funcionaron como se pretendía a lo largo del tiempo, finalmente Hispano Americano se hace cargo del predio y hoy forma parte de la infraestructura de la entidad, con su cancha de rugby y sus espacios libres para solaz y esparcimiento de socios y deportistas que lo usan permanentemente.

No será de extrañar entonces que en los próximos años los celestes deslumbren con alguna otra realización como lo han hecho en estos primeros 100 años de existencia, creciendo permanentemente en función de sus necesidades y de la intención de sus socios por ser más grandes.

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