Organizado por el club Alumni en colaboración con entes provinciales y el gran apoyo de otros clubes futsaleros, este miércoles el equipo de Boca Juniors cerró una intensa jornada con una goleada de 10 a 1 ante el selectivo de Río Gallegos en el polideportivo del Boxing.

La unión hace la fuerza y así lo demostró el grupo de dirigentes, entrenadores y jugadores de fútbol bajo techo para brindar un espectáculo de primer nivel. La jornada inició con una capacitación de parte del técnico xeneize Hernán García a jugadores y técnicos interesados en conocer las tácticas de juego que ponen en práctica en la cancha.

Por la noche, con entrada libre y gratuita, se presentaron los equipos para un encuentro que dejó en evidencia las razones por las que la visita ostenta tantos títulos. El resultado resulta anecdótico porque no revela a ciencia cierta el esfuerzo y el trabajo de un selectivo integrado por nombres que han hecho historia en la disciplina. El inicio no tuvo nada que ver con lo que sucedería después.

La selección dirigida por Misael Vera, contuvo el constante ataque de la visita esperando el momento para intentar avanzar hacia el arco opuesto.

Boca presionó jugando balones altos sin el éxito esperado. Por un momento, el partido se “planchó” y era un constante ir y venir con pelota dividida. La visita intentaba manejar el ritmo y embocar el balón en el arco de Alvarado.

Poco antes del final del primer tiempo, hubo una pausa a solicitud de uno de los técnicos y, al reanudar el juego, Boca hizo dos goles en poco menos de 4 minutos.

En el complemento, los técnicos iniciaron la rotación de jugadores. Con más confianza, la visita encontró los puntos débiles de los riogalleguenses y arremetieron sin miramientos. Tres, cuatro, cinco, seis y la cuenta no paraba.

Los dueños de casa no encontraron la fórmula para contener tanta fuerza. Así, hasta el golazo de Hernández para el descuento que provocó el festejo general.

Luego hubo un penal para Río Gallegos que ejecutó navarro pero el juvenil arquero suplente, encaró con los brazos abiertos y evitó el ingreso. Siete, ocho, nueve y diez. Fin del partido y nada que reclamar. Aplausos para todos.

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