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El atlético Boxing Club había nacido en 1920 y en los años siguientes se fue agrandando hasta asociarse con la Sociedad Sportiva que contaba con su sede social en la Actual Avenida San Martín (ex calle Maipú), y luego de un tiempo, los albiverdes lograron quedarse con el edificio e instalar su propia sede en dicho edificio a partir de los años 30.

Pero no pasaría mucho mas de 10 años para que sufrieran una debacle inmensa dado que un incendio de proporciones destruyó todas las instalaciones que poseían en el lugar un 23 de abril de 1943, año en que se había inaugurado (pegado al Boxing Club) el nuevo edificio del Correo Argentino.

La versión mas conocida del hecho habla de una máquina de café de la época que funcionaba a gasoil, y que comenzó a perder combustible en su parte inferior en la zona del bar, formando una laguna casi invisible por el lugar debajo el mostrador, y con una chispa o un cigarrillo, se produjo la combustión que fue imposible de apagar y que se llevó el edifico completo, incluida la primera cancha de paleta de ese tiempo.

Cuando se pudo ingresar a lo que quedaba del lugar, se encontraron con poco y nada y con un grupo de trofeos retorcidos y chamuscados que aún hoy la entidad conserva en algún lugar, como recuerdo de aquel lamentable hecho, testigo mudo del esfuerzo de otro tiempo, pero tan válidos como el día en que fueron otorgados.

El matutino “La Mañana” del domingo 25 de abril haciendo relación al hecho, destaca que “…una profunda impresión , amplio sentir colectivo tras la conmosión de los primeros momentos ha experimentado el vecindario a raíz del lamentable suceso acaecido en la mañana del viernes último con el siniestro que destruyó totalmente las antiguas instalaciones de la Asociación Atlético Boxing Club que la entidad tenía ubicadas en la finca de la Avenida San Martín de nuestra ciudad…”

Evidentemente había causado una gran desazón el hecho, y seguía diciendo matutino en la página principal, que “…allí, dentro del sitial de esas paredes, ahora semidestruídas por la acción de las llamas en lo que venia a constituir muna prolongación hogareña y punto obligado de reunión diaria de hombres maduros y jóvenes entusiastas ha contribuido a elaborar la maravillosa transformación de los últimos años, en la fecunda obra social del Boxing, y por ello la pérdida ha sido tan sentida…”

“…El hecho ha repercutido en todos los sectores y se ha aquilatado en la magnitud intrínseca de tales pérdidas y ha sido un duro golpe, y ahora se procede a recomenzar la obra emprendida hace ya muchos años y conocemos el temple de esos hombres, pletóricos, pujantes, que no han de desmayar ante un suceso adverso, y seguramente han de surgir iniciativas inmediatas que contarán con el franco apoyo del vecindario que siempre los ha estimulado…”

Curiosamente en la misma manzana céntrica pero en 1926, se habían quemado las primeras instalaciones del Hispano Americano y los bomberos voluntarios del Boxing habían sido los debutantes en esa ocasión en su labor que luego sería muy reconocida, pero el primer siniestro y primer trabajo de los bomberos dejó a los celestes sin su sede social que estaba ubicada frente a la actual Casa España.

Ese mismo día, y por cordial invitación de sus rivales habituales del Club Hispano Americano, los socios del Boxing tuvieron una reunión en la sede social de la calle Alberdi, la casa del Hispano, ofrecida y  cedida en la ocasión a los albiverdes por la mas alta autoridad de los celestes el Doctor Zunino, demostrando siempre que la rivalidad existía solamente en la cancha, y al año siguiente comenzaban a levantar el edifico de material que hoy se conserva en el mismo lugar.

 

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