El show siempre -o casi siempre- debe continuar. En el reinicio del fútbol europeo, muchos jugadores dieron positivo de coronavirus, pero el torneo empezó igual. En Brasil sucedió lo mismo. Y México no es la excepción.
El principio del conflicto. Fernando Tobio se enteró el primero de julio que estaba contagiado. Y antes de que se cumplan los catorce días, como no tenía síntomas, desde el club le indicaron que tenía que ir a entrenar. Tobio publicó el 12 julio en su cuenta de Instagram que se había recuperado de coronavirus, pero que Toluca lo había obligado a entrenar igual. Ante esto, el club le rescindió el contrato unilateralmente.
“Cuando me avisaron que di positivo, me quedé en casa cuatro días, no tenía ningún síntoma y por eso me hicieron ir a entrenar al club. Estuve entrenando cuatro días, al quinto me empecé a sentir mal, con dolor de cabeza, garganta, cuerpo. Me hicieron irme al hospital de urgencia para hacerme unos estudios en los pulmones; tuve algunos días complicados”, explicó Tobio al diario Marca.
Pero el defensor no se quedará de brazos cruzados. Tobio demandará a Toluca ante la Federación Mexicana y exigirá 1.2 millones de dolares. Si recibe una respuesta negativa, recurrirá a la FIFA.
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