De Ferro desde niños, Cristian y Luciano palpan los colores amarillos y negros. Cristian es el mayor de los hermanos y al igual que Luciano juegan en el club carbonero desde las infantiles. En los últimos años la vida los puso a ambos en la primera de la institución de Río Gallegos. 

 

Tras haberse clasificado a la final, luego de superar a Hispano por 1 a 0 en la semifinal, los Cárcamo debieron analizar la situación de este fin de semana. Allí se les juntaba la Copa Challenger de FutSal, que realizó la Liga de Fútbol Sur por el aniversario de la entidad en Río Turbio, y la final del Apertura. Ambos comparten equipo en los Diablos Rojos, por lo que viajaron a participar de la Challenger.

Luciano jugando con las infantiles de Ferro a inicios del 2011.

“Hablamos con Carlos González para ver la posibilidad de venir a la final porque sabíamos que se nos iba a juntar y el nos dio varias formas de tratar de llegar al partido”, comentó Cristian a La Opinión Austral.

 

El buen rendimiento de los Diablos en el torneo, los llevó a jugar la semifinal ante La Academia de 28 de noviembre. La misma se jugó el domingo por la mañana, a reloj parado e incluso se fueron a penales. El último fue pateado por Cristian y minutos después emprendió viaje junto a Luciano a Río Gallegos, una travesía que no hubiera sido posible sin el acompañamiento de la familia.

La categoría 94 de Ferro. Abajo en el medio está Cristian.

“Cerca de las doce y media viajamos a la ciudad con mis primos que nos bancaron en esta locura, nos fueron a buscar  y volvimos enseguida. Eran las tres y cuarto y estábamos entrando a Río Gallegos, buscamos los botines, dejamos todo en el vestuario y nos subimos al colectivo, fue una hermosa locura y una anécdota que quedará en la historia”, finalizó Cristian Cárcamo.

 

 

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