En las últimas horas, la triste noticia del fallecimiento de Juan Carlos “Chueco” Suárez, tras sufrir un ACV, produjo un hondo pesar en el automovilismo regional.
“Me afectó mucho porque es algo demasiado inesperado”, expresó el locutor y periodista Carlos Zapico en los micrófonos de LU12 AM680.

“Era un tipo relativamente joven, muy laburante e importante en la ciudad también, con toda una tradición no solamente en el automovilismo, donde cumplió un rol destacado, sino también en la actividad comercial. Toda la familia Suárez ha tenido una trascendencia singular con la tornería, tuvieron una de las primeras tornerías de la ciudad“, repasó.
En cuanto a su vínculo con el automovilismo, el “Chueco” tuvo una importante participación como piloto acompañante en la categoría 5000, pero también desde la dirigencia.

“Era un fanático en las carreras de autos y no solamente eso, fue miembro de la comisión directiva del Automóvil Club Río Gallegos durante una de las presidencias de Roberto Ilhero, cumplió roles importantes y tuvo mucho que ver con Carlitos Yasma y con Francisco Aristizábal en esa época”.
“Fue el gran acompañante de un gran campeón como fue Francisco Aristizábal, incluso el día que Aristizábal se pega la gran piña en calle de boxes, no se hicieron nada ninguno de los dos, pero destruyeron el auto. Era un referente a tener en cuenta de toda esa época y de toda esa actividad del automovilismo deportivo”, marcó.
El equipo Ford Chevrolet
Zapico mencionó que el “Chueco” también formaba parte del equipo Ford Chevrolet, “no es un equipo de autos, es un equipo de parrilla”.
“Desde esa época está haciendo una parrilla bianual, hay gente de Ford y de Chevrolet que se juntó una vez y de ahí para adelante, lo siguen haciendo, ahí están Agustín Bull, Raúl García, son como 10 o 15″, comentó.
También el locutor Ángel Vargas se refirió al comentario que el jefe de imprenta del Grupo La Opinión Austral le realizó este miércoles. “Juan me decía: ‘Cuando se me rompía la máquina de La Opinión Austral, la que imprimía los diarios, si faltaba un engranaje, un piñón o algo por el estilo, ‘El Chueco’ me la armaba, inventaba la pieza”.
Zapico destacó: “Tenía un carisma, una manera de ser muy especial. Era un tipo muy servicial. Cuando muere una buena persona, los sentís dos veces, tres veces o 10 veces más, realmente ‘El Chueco’ era una buena persona, era parecido al ‘Chueco’ Cárcamo”.
Recordando el calendario de competencias, Zapico mencionó: “Seguramente ahora que va a correr la 5000 y que vienen valores de Punta Arenas y toda la gente que viene de Chile, muchos amigos van a estar presentes y van a recordarlo”.
Cerrando, expresó: “Cuando se lo necesitaba para algo, el ‘Chueco’ estaba disponible siempre. Fue siempre servicial, nunca puso un pero, siempre al servicio de los amigos y esto, aunque parezca mentira, es muy difícil de encontrar hoy en día. Se lo recuerda con mucho cariño”.
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