A quienes no lo conocían, Gauthier Mvumbi Thierry sorprendió tanto por su físico como por su juego. El pivot de la República Democrática de Congo fue un verdadero dolor de cabeza para la defensa de la Selección Argentina Masculina que este viernes debutó en el Mundial de Handball Egipto 2021.

 

 

A pura potencia y haciendo uso de su talento y su físico, se volvió un arma clave de los africanos para ganar el primer tiempo (14-13).  A pesar de la caída 28-22 ante los Gladiadores en el debut absoluto de la República Democrática de Congo en la historia de la competencia, su influencia acaparó la atención.

 

 

Con cuatro goles y una presencia imponente, el pivot se lució especialmente en la primera parte, obligando a la defensa del equipo que dirige Manolo Cadenas a ajustar su juego en la segunda mitad para poder revertirlo. Rápidamente, su apellido también se volvió viral en las redes sociales por su porte y la potencia con la que atacaba el arco rival. En el tramo final del partido, Argentina mejoró su actuación y se llevó el triunfo sin permitirle a los africanos dar el batacazo.

 

 

Mvumbi juega en Francia para Dreux AC Handball, que disputa el campeonato nacional Nationale 2, la cuarta categoría francesa entre los clubes masculinos.

 

 

“Es un buen tipo, difícil de mover. Con él enfrente quedamos demasiado bajos”. Así lo definen sus rivales en el handball francés en un perfil que diseñaron desde N2 Handball FR, el sitio oficial de la categoría. Entre sus características más destacadas, resaltan su poder de adaptación a lo que necesita el equipo colectivamente, el desgaste físico que le produce a los defensores y su buena eficacia ofensiva, consignó La Nación.

 

Su trayectoria

Mvumbi nació en Francia, pero sus padres son congoleños y tiene la doble nacionalidad. Después de jugar las últimas tres ediciones del Campeonato Africano y los Juegos Panafricanos, ésta es su primera participación en un Mundial. Y lo hace con una ventaja: el entrenador Francis Tuzolana también lo dirige en su equipo Dreux AC, al que llegó después de pasar siete años en CO Vernouillet.

 

 

“Es un verdadero orgullo llevar esta camiseta. Nunca pensé que experimentaría esto algún día, así que tendremos que aprovecharl, es un sueño. No tenemos absolutamente nada que perder, así que haremos nuestro mejor esfuerzo y jugaremos nuestras cartas con fuerza. Tienen dos brazos y dos piernas, como nosotros. El objetivo es sobre todo divertirse, vivir la competición a fondo. Vamos a hacer lo que sea necesario y, si es posible, molestar a algunos equipos”, destacó en una nota con el sitio L’Echo Républicain.

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