La Familia Grande del Hogar de Cristo, que agrupa a 140 centros barriales de todo el país, cumplió recientemente 15 años. Este 31 de marzo, “Ceferino Namuncurá”, el único centro barrial de Santa Cruz, celebró siete años, jornada durante la cual tuvo lugar una misa al aire libre en el patio de la Casa Taller Ana María Puchi Vivas y una caminata hacia el centro barrial.
“La obra del Hogar de Cristo nace hace 15 años en Buenos Aires. Con mi esposa volvimos hace siete años a Río Gallegos y monseñor Miguel Ángel DAnnibale nos pidió si podíamos abrir un centro barrial”, recordó el coordinador Héctor Silva a La Opinión Austral.
“Veníamos con la experiencia de los centros de las villas 21-24 de Zavaleta, junto a Bergoglio, y cuando llegamos acá tuvimos la oportunidad de abrir el centro barrial en un espacio que nos había dado Cáritas. Abrimos las puertas un miércoles 31 de marzo y se empezaron a acercar muchas personas que estaban atravesando situación de calle, consumo problemático; a partir de ahí empezamos a tratar de dar respuestas a muchas necesidades que se van generando”, relató.
El centro barrial cuenta con espacios de talleres recreativos, de panadería y de arte
Actualmente las actividades se desarrollan en tres espacios: el centro barrial, donde las personas pueden tomar una ducha, almorzar y participar de talleres recreativos; la casa taller, donde funciona un espacio socioeducativo, un anexo del EDJA 20 de Nivel Secundario y los talleres de panadería y de arte, y el predio de la parroquia San Vicente de Paul, donde hace cinco años se trabaja en una huerta orgánica.
En cuanto al aniversario, sostuvo Silva, “lo vivimos con alegría. Cuando abrimos las puertas del centro fue muy difícil porque era algo nuevo, recibíamos a muchos chicos que a veces venían con una situación muy compleja, muy dolidos, a veces con situaciones de violencia detrás, eso requería ponerle el cuerpo”.
En este sentido, destacó: “Pudimos armar un equipo y darle continuidad, eso lo fue sosteniendo. Además, al equipo lo fuimos armando con los mismos pibes que se pusieron de pie y que fueron parte, ellos son los acompañantes pares. El Hogar de Cristo hoy se sostiene porque había muchos pibes que antes estaban rotos y hoy se pusieron la camiseta del hogar y acompañan a otros. Esa es la espiritualidad, todos somos iguales, acá no hay sanos ni enfermos, todos podemos hacer algo por el que está tirado, me parece que todos entendimos el mensaje que en su momento Bergoglio nos dio y por eso hay una continuidad”.
Toma de conciencia
Por su parte, obispo de la Diócesis de Río Gallegos, Jorge Ignacio García Cuerva, manifestó a La Opinión Austral: “El Hogar de Cristo tiene que ser una toma de conciencia para Río Gallegos y para la sociedad en general, no puede haber hermanos excluidos, hermanos descartables, por ningún motivo, ni por la adicción, ni por la injusticia de la discriminación. Somos hermanos, todos somos importantes y el hogar tiene un poco esa misión profética: mostrarle a la sociedad que todos somos importantes y que hay que salir a buscar a los que no están”.
Cabe señalar que quienes deseen colaborar o sumarse a las actividades del centro barrial, se pueden acercar los lunes, miércoles y viernes de 10:00 a 17:00 a la sede sita en Mendoza y costanera o a la casa taller, ubicada en avenida Kirchner 1970, todos los días de 09:00 a 13:00 horas.
El centro barrial tiene también un espacio terapéutico, con acompañamiento de profesionales, que funciona los martes a las 15:00.
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