A pocos días de cumplirse un mes del asesinato de Franco Cuevas en el barrio Del Carmen de Río Gallegos, su padre, Rubén Cuevas, habló con Crónica HD.

El pasado 21 de junio, el juez Fernando Zanetta, resolvió procesar al responsable del crimen, Roberto Neil, por el delito de “homicidio en exceso de legítima defensa calificado por el uso de arma de fuego”. No obstante, el procesamiento fue sin prisión preventiva y el empresario dueño de la concesionaria Oasis, recuperó su libertad ese mismo día, situación que cayó como un baldazo de agua fría en los familiares del joven de 28 años.

Su padre, desde Buenos Aires, salió al cruce de la situación que les está tocando atravesar y dio una versión muy distinta a la que -por el momento, con las pruebas recabadas y el único testimonio del imputado- constan en el expediente.

Así llegaba Roberto Neil a declarar en el Juzgado de Instrucción N°2 de Río Gallegos. FOTOS: JOSÉ SILVA/LA OPINIÓN AUSTRAL

Mi hijo le fue a reclamar porque todo el tiempo amenazaban a la madre con carta documento“, recordó Rubén en referencia al conflicto judicial que tenían ambas partes, dado que Roberto Neil había comprado el terreno donde se ubica la casa de Rosa (mamá de Franco), e iba a ser desalojada.

“Él fue a increparlo, pero desde hace aproximadamente 5 años, Neil viene provocando todo el tiempo, y no se hace cargo. Según él, es apoderado o dueño del terreno” dijo el hombre, quien vivió “casi 40 años en Río Gallegos” y manifestó “conocer muy bien” a Roberto Neil.

Apuntó, en ese sentido, que el empresario llevó a su hijo “a un punto ciego y en menos de dos minutos, le disparó cuatro veces”. El hombre, desestima que Franco haya sido el que llevó el revólver.

“Es imposible que mi hijo haya ido armado. Las prendas de él eran todas deportivas, y el arma es un arma 38, de guerra, y aproximadamente pesa cerca de un kilo, es imposible sostener un arma de eso peso en un jogging“, sostuvo en contrapartida de lo que declaró Neil. Además, cuestionó que, a más de 20 días del asesinato, “todavía no se sepa de donde salió esa arma”, un revólver marca Smith & Wesson calibre 38 especial.

Según pudo conocer La Opinión Austral, en su indagatoria el empresario dijo que el 2 de junio al mediodía Cuevas llegó nervioso y muy violento a su agencia de autos. Vio que escondía algo entre sus prendas -un cuchillo, pensó- y buscaba alejarse, mientras que el joven en todo momento le gritaba: “Vamos afuera que te la voy a dar, sos un hijo de p…”.

“Andá tranquilo Franco, no quiero tener problemas”, le dijo Neil, pero Cuevas arremetió contra él, se le cayó el perrito que tenía en su campera. En ese momento, el empresario vio el revolver. “Cuando veo que es un arma y no un cuchillo, me salió no sé… agarro el arma de la mano de él y yo tiro”, declaró.

El arma de Franco Cuevas. Roberto Neil se la quitó y lo asesinó en su agencia de autos. FOTO: JOSÉ SILVA / LA OPINIÓN AUSTRAL.

Rubén Cuevas niega que esto haya sido así. “No hubo un forcejeo”, dijo y agregó que “cuando mi hijo ve que saca el arma y le apunta, mi hijo se cubre, por eso el primer disparo le da en el codo. Deduzco, por lo que vi en el expediente y las fotos, que tiene un tiro en la ingle y le sale por el muslo, que ese le dio cuando ya estaba tirado en el piso”.

Estamos pidiendo que nos entreguen las cámaras en crudo, las que vimos son todo en foto, no tengo los videos”, pidió al apuntar hacia el “poder y los amigos” de Neil.

Seguidamente, el padre de la víctima, lamentó que el abogado de su familia haya tenido un rol inactivo en la causa. “De las 251 fojas que hay en el expediente, hay solamente una de él... para el juez, lo habilita a entender que nosotros no hicimos nada”

Por último, apuntó que la Justicia se rigió “por lo que dijo la doctora Barbita (NdR: Mariana, abogada de Roberto Neil) de que franco lo amenazó. En las cámaras de seguridad no hay audio supuestamente, pero según ella está comprobado que lo amenazó y dijo cosas, son dichos de ellos… pero lo básico, es que a mi hijo lo mataron de cuatro tiros“.

Al recordar a su hijo, dijo que Franco tiene dos hijas, una de 11 y otra de 4 años, “era un chico normal” resumió al enfatizar: “Necesitamos que se haga justicia. Una cosa es que la Justicia sea lenta, y otra que no trabaje, y si no tienen elementos que los pidan, estan habilitados para eso”

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