Nacida en 1924 en Punta Arenas y criada desde los 10 días de vida en Río Gallegos, la vecina Juana Isabel Bonilla celebró este miércoles su centenario.
Bonilla cursó sus estudios en la Escuela Primaria N° 1, sobre lo que “confesó” entre risas a La Opinión Austral que “a veces repetía, pero lo pasaba bien”. Años más tarde conoció a Tibet Sánchez, quien se convirtió en su marido. Tras 25 años de matrimonio, la vida le dio un embate, quedó viuda y tuvo que criar sola a sus dos hijos.
Años después, el fallecimiento de su hijo fue otro duro golpe. Hoy el amor y el cuidado de su hija Liliana, sobrinos, nietos y bisnietos la rodean.
En su vida diaria, disfruta de la compañía de sus seres queridos, mira novelas y, de vez en cuando, aprovecha a hacer alguna siesta.
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De la ciudad capital en la que creció, formó su familia y hoy elige, observó: “La encuentro cada vez más grande, hay más gente y más linda se ve”.
Además, sobre el clima, comparó: “Antes los inviernos eran más bravos, había más nieve, más escarcha, pero ahora se pasa rápido, casi no ha nevado”.
Para celebrar a Juana llegaron familiares de Buenos Aires, Trelew y Río Grande, con quienes compartirá un asado este viernes.
Este miércoles, además, la visitaron el intendente Pablo Grasso y la concejala Sol Kamú.
Con su centenaria experiencia, Juana recomendó “comer siempre sano, no comer chatarra. Tomar champagne. Darse el gusto de vez en cuando” y cerrando, aseguró que piensa “llegar hasta los 120”.
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