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“No esperaba llegar tan lejos con el trabajo que hicimos, nos han reconocido con este premio importantísimo, estoy súper contento”, expresó Pedro Jaureguiberry, biólogo (UNC) e investigador del CONICET en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC), a LU12 AM680 sobre el Premio Frontiers Planet.
El argentino, junto con otros dos investigadores de Alemania y Estados Unidos, fue seleccionado como Campeón Internacional de dicho premio entre 23 científicos de seis continentes. El anuncio se realizó el 26 de junio pasado durante el Simposio Villars, que tuvo lugar en Villars-sur-Ollon, Suiza.
Jaureguiberry aclaró: “Es un trabajo que lideré, somos tres los autores de este artículo, pero en el equipo hay colegas de muchos países, de Bélgica, Inglaterra, Hungría, Italia, Alemania, expertos en sus áreas de trabajo. Nos reunimos para un informe sobre biodiversidad y a partir de ese trabajo, surgió la posibilidad de hacer este artículo, lo presentamos en 2023 cuando surgió el llamado para estos premios y llegamos hasta acá”.
El Frontiers Planet premia la excelencia en la investigación científica sobre sustentabilidad y su impacto en la formulación de políticas globales. En esta edición, un jurado de cien especialistas internacionales evaluó y distinguió los mejores trabajos publicados. Las instituciones de pertenencia de los tres ganadores recibirán un millón de francos suizos (cerca de 1.100.000 de dólares) para facilitar y acelerar sus investigaciones.
“Hicimos una revisión muy extensa y logramos recopilar una base de datos muy importante, algo que no se había hecho hasta el momento, que analizamos para poder establecer de una forma más sólida y analizar estadísticamente cuáles son las causas principales detrás de la pérdida de biodiversidad a nivel global“, explicó.
A nivel global, el cambio en el uso de la tierra y el mar es el principal impulso de pérdida de la biodiversidad, en el ranking le siguen la explotación directa de recursos naturales y la contaminación.
“El desafío es ir, poco a poco, reemplazando las prácticas que son muy dañinas”.
PEDRO JAUREGUIBERRY
El estudio, señaló: “Apunta a remarcar con números cuáles son los impulsores principales, pero también plantea la posibilidad de utilizar lo que se llama ‘soluciones basadas en la naturaleza’ para tratar de abordar esos problemas y buscar soluciones que permitan seguir manteniendo la provisión de agua, de comida, de todos los bienes de los cuales el ser humano se provee de la naturaleza y al mismo tiempo, tratar de solucionar la declinación de la biodiversidad en todos sus aspectos. No es solamente el número de especies o la abundancia de una población, son muchos los aspectos que hacen a la biodiversidad planteados en este trabajo y tienen que ver con la estructura de los ecosistemas, su funcionalidad, la composición de especies”.
“Es una serie de aspectos que esta ‘solución basada en la naturaleza’ consideraría para obtener un doble beneficio, que se le dice, para el ser humano y para la naturaleza”, agregó.
¿Soluciones?
Consultado sobre el panorama para trabajar respecto al cambio climático, el investigador manifestó: “Hay mucho por hacer, siempre trato de tener un enfoque muy optimista respecto a que hay soluciones que se están implementando a pequeña escala que son muy buenos ejemplos de cómo lidiar con estos problemas, lo que hace falta es llevarlos a una escala mucho mayor”.
“El desafío es tratar de ir, poco a poco, reemplazando las prácticas que son muy dañinas para la naturaleza por otras que son mucho más sustentables y que permiten mantener el planeta dentro de ciertos límites que hacen que duren todos esos servicios que el ser humano necesita de la naturaleza y que permanezcan en el tiempo”, sostuvo.
Un jurado de 100 especialistas internacionales evaluó los mejores trabajos.
“Las tendencias, que no están analizadas en este artículo en particular, pero sí en otros realizados por colegas, marcan claramente que la tendencia no es buena en la mayoría de los aspectos que se han medido. A nivel de política, a nivel a escala global, regional, continental, se están tomando medidas, pero lleva tiempo cambiar los esquemas que hemos usado por tantos años en la manera que se produce y que se extraen recursos de la naturaleza”, señaló.
“Hay soluciones que, poco a poco, se están implementando a través de leyes, pero hace falta mucho más trabajo y mucho más impulso para que esas medidas lleguen a todos lados, no solamente algunos lugares”, marcó.
Jaureguiberry vivió cuatro años en Río Gallegos y cursó sus estudios en el Colegio “Dr. Julio Ladvocat”, años durante los cuales descubrió su gusto por las Ciencias Naturales.
El trabajo que lideró el argentino fue premiado entre 23 científicos de todo el mundo.
“A la ciudad la conozco bien. Cuando fui a vivir allá, en el año ’95, me tocó la nevada, así que mi recuerdo inicial de Gallegos fue que nevaba así todos los años, pero no, fue algo excepcional. Este año, estoy siguiendo las noticias bastante de cerca. No soy experto en el tema de cambio climático, pero son eventos extremos, algunos se pueden predecir, otros no tanto, y son parte un poco de los cambios que están habiendo en todos lados”.
“Muchas de las actividades a gran escala del ser humano tienen un impacto grande y a veces, no nos damos cuenta, pero si uno lo analiza en detalle es más previsible qué va a ocurrir”, concluyó.
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